Debo confesar que no me importa donde haya nacido Nicolás Maduro, pese a lo que diga la Constitución al respecto. Soy por pormación y convencimiento, enemigo de esos nacionalismos chimbones para que la mención de la palabra sirve apenas para llenarse la boca. Creo que las personas son de donde se forman, trabajan, levantan su familia, froman sus empresas. Pero lo inaceptable en este caso es el engaño.Maduro pudo haber nacido en Cúcuta, Cundinamarca o lo Cochinchina, y si los venezolanos, conociendo sus orígenes hubieran votado por él, no quedaría más que aceptarlo. Pero él ha mentido, tenido al país en un engaño permanente, siendo la "mentira fresca" conque fue bautizado en la campaña electoral. Por tanto el señor Maduro no puede seguir mandando en Venezuela, porque además de estar acabando con esta República, tiene que ser sancionado porque por encima de todo es un gran embustero y eso si que no puede ser tolerado
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