Blog de Víctor José López /Periodista

sábado, 1 de junio de 2013

NICOLÁS MADURO ANALIZADO POR SICÓLOGOS Y SIQUIATRAS FUERA DE VENEZUELA

Por ley, a los sicólogos y siquiatras venezolanos les está prohibido analizar los comportamientos del mandatario. Especialistas de otros lados dicen que usa sus trastornos como arma política
 
 
 
  Los miedos del poder acosan a Maduro

Paranoia, delirio de persecución, un manejo calculado de sus trastornos sicológicos para impactar y miedos caracterizarían su personalidad.
 JUAN FELIPE SIERRA SUÁREZ |
 Medellín  el 1 de junio de 2013 en EL COLOMBIANO
 

Entre que se siente inferior a su responsabilidad, sabe manejar sus trastornos sicológicos como lo hacía Hitler para aferrarse al poder o tiene un cuadro paranoico complejo, son las posiciones de sicólogos, siquiatras, antropólogos y analistas políticos consultados por este diario para comprender las salidas del presidente venezolano para desviar la atención de los problemas de su pueblo, anunciando al mundo venenos que lo matarían lentamente o complots para desestabilizarlo y dejar a la revolución a la deriva.

No obstante, la "pataleta" diplomática que armó por la visita del líder de la oposición y gobernador de Mérida, Henrique Capriles, a la Casa de Nariño, habría surtido efecto en el gobierno colombiano, al lograr que el presidente Juan Manuel Santos, sin contestar directamente las acusaciones al ‘guapetón de barrio’, dijera ayer que todo se debió a un mal entendido que espera resolver por vía diplomática.

Sin mencionar explícitamente el encuentro con el líder opositor venezolano que detonó la crisis, Santos afirmó desde Palmira que "es descabellado pensar que el Gobierno colombiano esté enterado o peor aún, que esté apoyando algún tipo de acción para desestabilizar al Gobierno de Venezuela".

Además, dijo que "nosotros somos los más perjudicados con cualquier problema que tenga Venezuela, lo que queremos es que les vaya bien en todo".

Al respecto, el internacionalista de la Universidad del Rosario, Vicente Torrijos, opinó a El Colombiano que tanto para el presidente Maduro como para el presidente Santos es de suma importancia mantener las relaciones estables.

"Se interpreta de las palabras del mandatario colombiano que esta crisis se presentó como error de cálculo de Santos pero sin malas intenciones, o sea, un malentendido. Esto significa que el Gobierno colombiano hará todos los esfuerzos necesarios para restablecer la armonía y la estabilidad en esta relación porque lo prioritario para Santos es la negociación con las Farc y para Venezuela, que el desabastecimiento se resuelva y su proyecto socialista siga avanzando".

Torrijos sostuvo que quien sufrirá los costos más altos del embrollo será Santos, incluso ya lo ha mostrado porque tuvo que plegarse a los requerimientos venezolanos diciendo que fue un malentendido. "Santos tiene que deshacer el entuerto que él mismo armó. Hubo un error de cálculo estratégico, los costos van a ser altos porque quedará subordinado al Gobierno de Venezuela".

Si los conductos diplomáticos bilaterales a los que se refiere Santos no surten efecto, se pasaría a un tercer nivel para buscar unos mediadores, que podrían ser Brasil o los hermanos Castro. Mientras ello se da, el lío va en detrimento de la imagen de Santos, dice Torrijos.

Perfil sociológico
En cuanto al comportamiento retador de Maduro, el director del Instituto Colombiano de Antropología de la Universidad Nacional, Fabián Sanabria, dijo que el cuadro paranoico del presidente Maduro es más grave del que tenía Chávez. "Si Chávez tenía sus paranoias este tipo es la tapa del baúl. Sus delirios de persecución son directamente proporcionales a su inseguridad y si sigue como va, muy seguramente no terminará su mandato porque se va a despedazar la Revolución Bolivariana decidiendo si mantienen o no a un gobernante así".

Para el analista, el problema es que hasta cuándo Maduro va a mantener las riendas del país con la mayoría oficialista, ahí se entiende por qué tanto chavista votó por Capriles al considerar que su presidente está loco. "Es difícil en el corto plazo que lo declaren con incapacidad para gobernar, primero toca que se despedacen las mayorías oficialistas pero internacionalmente va a generar un imaginario tildando de loco a Maduro. Sus alucinaciones con el pajarito o con el cuadro de Chávez son cosas demasiado rayadas", puntualizó.

Sin embargo, la neuropsicóloga española Virgina Palacio, explicó que el comportamiento delirante de Maduro es "una estrategia política para quedarse en el poder, trastornos que maneja a su antojo como lo hizo Hitler en su momento. Con ello, logra impactar al pueblo, la base de él no tiene buena formación educativa y todas las supersticiones vienen del poder de Dios, cuando creían que Chávez era una especie de Mesías".

Ahora con Maduro, indicó la especialista, saben cómo manejar lo que a nosotros nos puede parecer ridículo, como fue el caso del pajarito o el cuadro de Maduro en la mano de Chávez.

Para el analista político venezolano, Gilberto Carrasquero, el envalentonamiento de Maduro tiene que ver con un miedo a perder el poder, porque no ha podido gobernar adecuadamente el país, el desabastecimiento es total, la inseguridad reina y no logrará terminar su periodo de gobierno.

Asimismo, la diputada María Corina Machado, dijo ayer a la prensa de su país que la economía de Venezuela va en picada sin que Maduro haga algo. "No hay competitividad, la inflación se ubica alrededor del 30 por ciento este año, no hay empleo y es grave la escasez de productos. "Es humillante ir a un mercado venezolano y ver dos mujeres que pueden llegar a la fuerza, a los puños, por un litro de leche".

Sanabria comentó que hace veinte años un grupo de antropólogos venezolanos concluyó, tras un análisis de la personalidad de sus gobernantes que en veinte años las elecciones del país estarían marcadas por la locura y la superstición. "Nadie les paró bolas".

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