¿BOLIVARIANOS? ¡GORILISMO EN SU MÁXIMA EXPRESIÓN!

VÍCTOR JOSÉ LÓPEZ 


La actitud de Diosdado Cabello, ayer en el Hemiciclo del Congreso de la República, es el gorilismo encarnado. Pretender, como pretende hacerlo el teniente Cabello, que la actitud terrorista en contra de los diputados que no reconozcan al ilegítimo Nicolás Maduro como Presidente de la República es una violación a los preceptos bolivarianos, fundamentos de la supuesta revolución. Estos diputados, amables lectores, fueron elegidos por el pueblo con muchos más votos de los que llevaron a Diosdado Cabello, todas las veces arropado por la figura de Hugo Chávez, al Congreso. Esta violenta actitud obsesiva, fascista, agresiva y terrorista desde la jefatura de la Asamblea Nacional, queda descalificada en cada una de las expresiones que Antonio Arraiz recoge en su obra Los días de la ira en el capítulo La Fuerza Armada: El Ejército Libertador. En diversas ocasiones Simón Bolívar advirtió el peligro que los militares pueden representar cuando intervienen en política. 

 En 1814, ante la Asamblea de Caracas, el Libertador Simón Bolívar declaró:

 "Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria" 

En 1816, en una proclama desde Juan Griego dijo: "La patria ha estado y estará frecuentemente en orfandad en tanto que el magisterio sea un soldado" 

En 1818 ante el Congreso de Angostura, Bolívar insistió: "Elegid por magistrados a los más virtuosos de vuestros conciudadanos y olvidad si podéis, a los que os han libertado". 

En 1826, cuando presentó la constitución de Bolivia, observó: "El destino del ejército es guarnecer la frontera" 

 En una carta al Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, el Libertador escribe: "Un militar no tiene virtualmente que meterse sino en el ministerio de sus armas" En 1828 recordó a los militares de Cundinamarca: 

 ¡El pueblo de Venezuela ha caído en desgracia, y siente ira!