Eddie A. Ramírez S.
En
el siglo pasado se ordenaban detenciones y otras medidas punitivas sin fórmula
de juicio, ya que no era necesario guardar apariencias. Hoy, las declaraciones
del corrupto coronel y Magistrado del Tribunal Supremo de Justicia Eladio
Aponte avalan lo que era evidente: el teniente coronel dictador siglo XXI sí
requiere guardar formulismos y para ello exige la sumisión de jueces y fiscales.
En este artículo solo nos referiremos a algunos casos relacionados con los
trabajadores ilegalmente despedidos de Pdvsa.
Caso
desalojos de viviendas y atropellos en Campo Petrolero de Los Semerucos, Estado
Falcón: La ocupación de esas viviendas
estaba regida por las relaciones
contractuales y cuando se produjeron los violentos e ilegales desalojos esa
relación de trabajo no estaba legalmente terminada. Recordamos las agresiones a
niños, ancianos, mujeres y hombres en horas de la madrugada por parte de los
chacales del Destacamento 44 de la Guardia Nacional. En este caso intervinieron Camilo Hurtado,
Juez Cuarto Civil; Marcos Rojas, Juez Superior Civil, Libeta Valbuena, Juez
Municipio Carirubana; Isabel Angulo, Juez Titular de Ejecución del Municipio
Carirubana y la abogada Carnevali, Fiscal de Protección del Niño y del
Adolescente.
Caso
Punta de Mata, Estado Monagas: Los jueces Zoraida Gofre y José Tomás Barrios
ordenaron los desalojos ilegales, los cuales ejecutó la juez María Zambrano. Caso
San Tomé, Estado Anzoátegui: El desalojo lo ordenó Ramón Guevara, Juez de
Cantaura y los ejecutó la juez Mayra Millán. En Anaco la juez Ejecutora fue
María Bolívar.
El 26
de febrero 2003 el Fiscal José Benigno Rojas acusó a ocho de nuestros miembros de
Gente del Petróleo por el paro cívico del 2 de diciembre, entre ellos a Horacio
Medina, Juan Fernández, Edgar Paredes, Edgar Quijano, Lino Carrillo y Juan
Santana; la Juez Belky Cedeño dictó privativa
de libertad. Posteriormente la Sala Constitucional dictaminó que el proceso era
nulo y ordenó reiniciarlo y el 21 de diciembre del 2004 volvieron a dictarles
privativa de libertad a pesar de que se habían presentado a todas las
audiencias. Esta denegación de justicia los obligó a exiliarse. Hay que agregar
que tanto los Tribunales Laborales, como los Inspectores del Trabajo rechazaron
los alegatos de los casi 23.000 despedidos, a pesar de que algunos estaban de
vacaciones o de reposo médico. Por otra parte, Omar Mora y otros jueces
negaron jubilaciones aprobadas y con
derecho adquirido. Como somos afectados, no podemos afirmar que la verdad está
de nuestro lado, por lo que solo solicitamos se investiguen estos casos, ya que
hay muchos otros Aponte.
Como
en botica: Hay asesinatos y fugas en las
cárceles, cortes de electricidad y escasez de gasolina, pero el régimen
sostiene que son inventos de los medios. El deseo de retirase de la CIDH es inconstitucional y una señal de que seguirán violando los derechos humanos.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com
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