domingo, 1 de enero de 2012
BEISBOL POR GOTAS : Javier establece mucha paz para los Dodgers a la hora de Guerra
Manolo Hernández Douen
www.beisbolporgotas.com
Mucho tuvieron que agradecer en la Navidad los seguidores de los Dodgers de Los Angeles.
Saben que su jardinero central, Matt Kemp, ha sido firmado por una lluvia de temporadas.
Se frotan las manos por adelantado del puro placer de conocer que la novena ha adquirido varias piezas, como el segunda base Mark Ellis y los lanzadores abridores Aaron Harang y Chris Capuano, que pudieran ser bien útiles con miras a un exitoso 2012.
De paso, al comenzar a darse pasos contundentes para la venta del equipo, asoma un futuro esplendoroso para una de las franquicias que goza de mayor popularidad en el Béisbol de Lujo.
Pero la prosperidad con miras al 2012 llegó muchos meses antes para la novena de Don Mattingly, al irse puliendo una serie de nuevos rostros que pintan muy bien con miras al porvenir.
Una de esas nuevas piezas es el relevista de ascendencia mexicana Luis Javier “Javy’’ Guerra, que se fue consolidando como un cerrador bien confiable, en una etapa en las Grandes Ligas en la que la tendencia es ofrecerle ese tipo de empleo a serpentineros sin mucha experiencia como ocurrió con los Rangers de Texas con el dominicano Neftalí Féliz y con los Bravos de Atlanta con Craig Kimbell.
Tan especial fue el trabajo de este derecho de 26 años de edad que pese a que apenas debutó en las Grandes Ligas el 15 de mayo del 2011 se apuntó 21 salvados en 23 oportunidades.
El buen trabajo de Guerra, quien en 47 partidos terminó con 2-2 y efectividad de 2.31, se acentúa por el hecho de que nueve de sus encuentros rescatados terminaron por una sola carrera, incluyendo cuatro por la mínima cuenta de 1-0.
Gracias a Guerra y a la faena de otro novato, el curazoleño Kenley Jansen, preparándole el camino, se hizo obvio que ya no eran necesarios los servicios del otrora cerrador de la tropa blanquiazul, Jonathan Broxton, quien a la postre firmó con los Reales de Kansas City.
Mattingly está de lo más contento por el progreso experimentado por el talento joven de los Dodgers y bien satisfecho con el trabajo realizado por Guerra, a quien había dirigido hace un par de años en la Liga Otoñal de Arizona.
“Sabíamos de la calidad de su material como lanzador, pero para ser honesto con usted no pensábamos que todo iba a salir de esta manera’’, confesó Mattingly a Béisbol por Gotas. “Uno nunca sabe si alguien puede ser tan bueno en tan poco tiempo’’.
El ex primera base estelar de los Yankees de Nueva York apenas acudirá a su segunda temporada como dirigente en las Grandes Ligas en el 2012, pero supo vislumbrar de Guerra algunas de las cosas positivas que se necesitan para ser un buen cerrador.
“Hay que tener enorme audacia para ese puesto, ser un tipo con memoria corta [para olvidar rápidamente los malos ratos] y Guerra tiene esa personalidad necesaria para desempeñar ese trabajo’’, aseguró Mattingly.
Una cosa que es indispensable para sacar los outs más duros del béisbol, usualmente cuando el rancho está ardiendo, los leones atacan con furia, la fanaticada se come las uñas hasta los codos, es contar con la confianza del dirigente. Guerra está contento por tener ese respaldo incondicional de su jefe.
“Dependo de todos los que están a mi lado, que me ha han ayudado mucho a conocer cómo enfrentar a cada bateador’’, detalló Guerra para nuestro hogar beisbolero a fines de la temporada del 2011.
Uno imagina que un cerrador necesita tener la sangre más fría que el polo norte, pero Guerra, un amable y paciente ser humano nacido en Denton, Texas, cuyos padres son ambos de Múzquiz, Coahuila -al noreste de México-, considera que gran parte de la batalla se gana antes de salir al ruedo.
“Tienes que aprender todo sobre los bateadores, lo que les gusta, lo que no les gusta, lo que quieren hacer en ciertas situaciones’’, explicó Guerra, quien es profesional de la pelota desde que firmó con la organización de los Dodgers en el 2004. “A lo último tú tienes que decidirte qué necesitas tirar, enfocarte en ese pitcheo para sacar al bateador de out y no tener miedo’’.
¿Acaso puede definirse que Guerra es un cerrador nato? Bueno, el papel lo aguanta todo a la hora de hacer pronósticos, pero la verdad es que ni el propio número 54 de los Dodgers pensaba que iba a ganarse la vida haciendo rugir a la concurrencia luego de sacar con éxito el out 27 de manera consistente.
Confianza siempre la tuvo, pero las circunstancias definieron su camino.
“Yo siempre pensaba que iba a jugar en las Grandes Ligas, pero no sabía cómo, de qué manera’’, enfatizó con sinceridad Guerra, quien subió directamente desde la AA. “Te miento si digo que iba a entrar y cerrar de volada [de inmediato], pero por necesidad –en ese momento por lesión de Broxton- me pusieron allí y gracias a Dios estoy cerrando duro cada día para quedarme en una situación en la que pueda competir por esa posición’’.
A menos que se produzca una sorpresa a comienzos del 2012, esa competencia ha terminado. El joven que nunca sumó más de 16 salvados en una temporada de las ligas menores, es ya el hombre para cada novena entrada blanquiazul.
Gracias a su presencia, al promisorio rendimiento de otros talentosos peloteros como Jansen, el paracorto Dee Gordon, la fe en el porvenir inmediato de la franquicia al darle a Kemp el contrato de mayor magnitud –ocho temporadas y $160 millones- de su historia, así como las firmas de refuerzos experimentados, el futuro le sonríe de nuevo a los Dodgers.
Sus fanáticos pueden celebrar unas fiestas especiales, como les gustaría disfrutarlas los seguidores de unos cuantos equipos que todavía necesitan adquirir piezas vitales.
Y para usted, apreciado lector, sea cual fuera su equipo o deporte de preferencia, nuestros más sinceros deseos son que disfruten de un año lleno de paz, salud y prosperidad.
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
(Les invito a leer columnas, comentarios, reportajes y otros detalles del apasionante mundo del diamante en nuestro hogar beisbolero, www.beisbolporgotas.com)
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