CAIMANERA MARXISTOIDE
Jesús Elorza
Dos milicianos, que estaban de guardia en las instalaciones del Gimnasio Cubierto de la Asunción en Margarita, comentaban acerca de lo ocurrido con el equipo de baloncesto.
Lo que yo no entiendo, decía uno de ellos, es la contradicción existente entre la teoría marxista que nos enseñan en la Universidad Bolivariana y la acción del gobierno en este caso en particular. En mi formación revolucionaria se me inculcó, que la tarea fundamental de un gobierno revolucionario era la destrucción de la propiedad privada. No permitir la existencia de la explotación del hombre por el hombre y transferir todo el poder a los trabajadores. En base a ello, me emocione cuando el 18 de Noviembre fue publicado en la Gaceta Oficial numero 39.803 la expropiación (han debido llamarla expropiación) del equipo de baloncesto Guaiqueríes de Margarita y llegue a pensar que ahora si el Socialismo del SigloXXI había arrancado y que esta acción era el comienzo del fin del Deporte Profesional en Venezuela. No podíamos continuar con la explotación de los trabajadores en ese sector deportivo ni tampoco permitir el enriquecimiento de los dueños oligarcas. Pensé que en lo inmediato iban a continuar confiscando a los demás equipos de esta liga.
Pero, mi sorpresa fue mayúscula, cuando anuncian que el nuevo dueño del equipo sería el Ministro del Deporte y me preguntaba ¿Que pasó con aquello de todo el poder para los trabajadores? ¿Dónde estaba la organización de los jugadores, personal técnico y la comunidad de la isla para ser los actores de la nueva administración? ¿La intervención revolucionaria estaba limitada al cambio de dueños o al cambio de paradigma?
Luego, al escuchar las primeras declaraciones del rimbombante “nuevo dueño” señalando que las tareas prioritarias serían las de reparar el gimnasio y resolver como transformar en empleados públicos (¿?) a los jugadores, comprendí que esta expropiación no tiene nada que ver con las teorías marxistas revolucionarias, menos pretender resolver la contradicción entre propiedad y Revolución. Por el contrario, la tesis (copiada del modelo chino) era seguir manteniendo “el negocio”, pero ahora con dueños revolucionarios. El Deporte Profesional seguirá existiendo ajustado a los nuevos principios del socialismo; es decir, solo con propietarios afectos al proceso. El negocio ahora es redondo: Gimnasio del Estado, publicidad del Estado, jugadores como empleados públicos, la nomina corre por cuenta de los gobiernos, los dólares que sean necesarios los aportara CADIVI de manera expedita….pero, eso si, no se equivoquen las ganancias serán exclusivamente para los funcionarios del régimen……que manguangua.
Esto, mi querido amigo, no es mas que una Caimanera Marxistoide vulgarmente calificada como “Quítate tú pá ponerme yo”. Frente a estos corruptos, “il cavalieri” Silvio Berlusconi, que también tenía sus negocios en el mundo deportivo quedó en pañales.
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