VÍCTOR JOSÉ LÓPEZ
Cuando el ministro William Izarra hizo el anuncio que el receptor de Tigres de Aragua, Wilson Ramos, había sido liberado por la acción conjunta de la CICPC y Policarabobo, un grupo de unas 100 personas, identificadas como chavistas que habían sido trasladadas frente a la casa de grande liga, gritó: “¡Uh, Ah, Chávez no se va!”
Esta actitud, la de politizar el sentimiento de dolor de una familia, de una nación ante el abominable hecho de un secuestro, produce más que dolor o vergüenza ¡Asco!
La acción de Izarra, no cabe duda, es asquerosa. Como fueron un asco sus comentarios la víspera de la muerte de Franklin Brito y asquerosa ha sido toda su vida como funcionario del teniente coronel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario