Blog de Víctor José López /Periodista

miércoles, 26 de octubre de 2011

Las fábulas de La Russa Por Guillermo Celis ESPNdeportes.com



SAN LUIS -- Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": la Serie Mundial 2011 ha sido tan pareja y su panorama ha cambiado de forma tan contundente día a día, que al salir de Arlington volvemos a pensar que son los Rangers los que tienen las de ganar, y no me refiero a la sola ventaja numérica de ir adelante 3-2 en la serie, sino al "momentum" construido en su favor durante los juegos en casa, pero lo mismo se sentía cuando abandonamos St. Louis por primera vez luego del segundo juego, y los Cardenales respondieron con una soberana paliza.
Los acontecimientos del último duelo en territorio tejano nos llevan a pensar que las huestes de Ron Washington tienen la mesa puesta para conseguir el título, a pesar de jugar en patio ajeno. Pero ese puede ser sólo un espejismo más.
Un quinto juego que quedará para la historia, más que por el encuentro en sí, más que por otra buena actuación de Mike Napoli o por la victoria local, por la conferencia de prensa posterior en la que Tony LaRussa trató de excusar su poca efectividad a la hora de usar a sus relevistas, "tirando al camión" a su coach de bullpen.
Se trata de un cuento insólito, de un pretexto demasiado corriente e increíble en toda la extensión de la palabra, y que me hizo recordar aquel libro de "Fábulas de Esopo" que solía leer durante mi infancia, con cuentos para niños que siempre contienen una moraleja. Imaginémonos que durante 162 juegos de temporada regular, 5 de Serie de Play Off Divisional, 6 de Serie de Campeonato y 4 de Serie Mundial, es decir, durante 177 encuentros, el teléfono del bullpen, en cualquiera de los 17 estadios diferentes en los que jugaron los pájaros rojos, funcionó a la perfección, pero: "¡Oh maldita coincidencia!" el aparato vino a fallar justamente en el quinto juego del Clásico de Otoño, con la serie empatada, el encuentro empatado y en el octavo inning.
Los Dioses se confabularon para elegir el momento menos oportuno para entrometerse en las líneas telefónicas y no una, sino hasta en dos ocasiones. ¿Quién en su sano juicio puede creerle a LaRussa que cuando pidió a dos lanzadores para calentar, el coach de bullpen, Derek Lilliquist sólo escuchó un nombre? Y después vuelve a llamar, y Lilliquist nuevamente escucha mal.
¿Creerá de verdad el "abogado" que el resto de los mortales que seguimos el beisbol somos estúpidos?
Vamos a suponer que, efectivamente, la línea telefónica estaba mal, o que tal vez el pobre Lilliquist es el que tiene problemas de oído& pero no puede ser que por la forma en cómo se maneja un equipo de beisbol en nuestros días, nadie se haya dado cuenta, por más lejos que esté el bullpen, que sólo había uno, y no dos lanzadores soltando su brazo.
Una vez más, LaRussa se equivocó y no lo puede admitir. Para su buena fortuna, el grupo de peloteros que maneja es tan bueno, que todavía tiene posibilidades, y muchas, de ser campeón de la Serie Mundial. Es complicado porque no hay mañana, pero también hay que tomar en cuenta que serán dos posibles juegos como locales y que si la lluvia afecta el sexto de la serie, tal como parece que va a suceder, y los Cardenales obtienen la victoria un día después, se podría pensar hasta en Chris Carpenter con menos descanso para abrir el definitivo.
Porque por ahora, las opciones de Kyle Lohse, Edwin Jackson o Jake Westbrook, parecen simplemente una "coartada" más de LaRussa, que después dirá que no dijo lo que dijo, o que los medios de comunicación, como Lilliquist, también estamos sordos.
Lo cierto es que de las cinco ocasiones anteriores en que los Cardenales han estado abajo 2-3 en la Serie Mundial, en cuatro de ellas han sido campeones. Así que a éste Clásico de Otoño 2011, todavía le queda mucha cuerda por delante.

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