El jardinero puertorriqueño Carlos Beltrán es otro artillero insigne que se lanza a la libre agencia con posibilidad de disfrutar de un jugoso contrato
Manolo Hernández Douen
www.beisbolporgotas.com
David Ortiz se desplazaba preocupado por La Gran Manzana, en búsqueda de cariño.
“Sólo quiero un abrazo, un abraaaazo”, comentaba en inglés, mientras caminaba cabizbajo.
Por supuesto, era solamente un comercial televisado por Major League Baseball en su campaña por enaltecer la imagen de varios de sus principales baluartes y difundir la magia de la pelota.
Ortiz recibiría mucho más que un abrazo en la Babel de Hierro si se decidiera por firmar con los Yankees de Nueva York, pero ya ha dicho, esta vez en serio, que su principal objetivo será quedarse donde ya sabe que los aficionados lo idolatran, el Fenway Park, casa de los Medias Rojas de Boston.
Por supuesto, no todos los peloteros estelares que se lanzarán a la libre agencia van a permanecer en sus predios.
Será la faena de los 30 gerentes generales definir los que se van, los que se quedan y, sobre todas las cosas, los que estén al alcance de sus respectivos presupuestos.
Sí. Es hora de jugar a la pelota en la mesa de negociaciones con miras a construir al próximo campeón de las Grandes Ligas. Y el siguiente paso será nutrirse de talento.
Mientras el sabor de la Serie Mundial cerraba la carpa esplendorosa en los diamantes del Béisbol de Lujo, ya habían comenzado a moldearse los planes de algunas organizaciones.
Figuran entre los más notorios desenlaces las adquisiciones de Theo Epstein y Ben Cherington, de parte de los Cachorros de Chicago y los Medias Rojas, respectivamente, para encabezar su alto mando.
De hecho, ya los Atléticos de Oakland se habían adelantado al asegurar a su piloto, Bob Melvin, por las venideras tres temporadas.
Obviamente, el público apreciará la estrategia de su equipo favorito para estructurar su liderazgo, pero las principales noticias de ahora hasta fines de año – a veces hasta más allá- van a girar sobre cómo se arman en la libre agencia y/o a través de transacciones.
Y las 30 novenas tendrán bastante material de donde seleccionar en la libre agencia.
La lista de disponibles será encabezada por dos de los bateadores más productivos en las Grandes Ligas, como lo son dos inicialistas, el dominicano Albert Pujols y Prince Fielder, de los Cardenales de San Luis y los Cerveceros de Milwaukee, respectivamente.
Es bastante factible que ambos jonroneros permanezcan en casa, especialmente Pujols, un pelotero franquicia conceptuado como uno de los jugadores más completos de las Grandes Ligas de la II Guerra Mundial para acá.
A sus 31 años, Pujols es ya uno de los mejores beisbolistas –si no el mejor- de toda una generación y es muy difícil vislumbrarlo con otra franela que no sea la misma inmortalizada por titanes de la talla de Stan Musial, Lou Brock y Bob Gibson.
Su permanencia o no en San Luis puede significar dos cosas contrastantes: la base para competir por muchos años más o el primer paso hacia la reconstrucción, porque otros peloteros clave como los jardineros Matt Holliday y Lance Berkman, y el lanzador abridor Chris Carpenter, ya son veteranos.
Entretanto, los Cerveceros gozaron el sabor de ir a una Serie de Campeonato por primera vez desde 1982, pero saben que para volver será casi imperativo retener a Fielder.
A sus 27 años, Fielder prácticamente garantiza más de 35 jonrones y más de 100 remolcadas por cada temporada y lo más importante es que junto al jardinero Ryan Braun conforma uno de los binomios ofensivos más contundentes de las Grandes Ligas.
Ya los Cerveceros demostraron que no escatimarán gastos para construir un campeón al firmar a Braun por un contrato multimillonario que expirará después del 2020. En las venideras semanas se definirá si aún tienen suficiente plata en las alforjas para cubrir la alta cifra a la que pudiera aspirar Fielder.
Por su parte, Ortiz demostró que el almanaque no es problema, al disparar 29 jonrones e impulsar 96 carreras a los 35 años. Es el designado más poderoso de la historia y ya Cherington subrayó que le encantaría conservar a sus principales agentes libres: el dominicano y el cerrador Jonathan Papelbon.
El jardinero puertorriqueño Carlos Beltrán es otro artillero insigne que se lanza a la libre agencia con posibilidad de disfrutar de un jugoso contrato.
Canjeado de los Mets de Nueva York a los Gigantes de San Francisco, Beltrán le dio un giro positivo a su carrera al recuperarse de los problemas con sus rodillas que redujeron su tiempo de juego en campañas previas, y su retorno a la Bahía pudiera ser prueba contundente de los ejecutivos de esa novena pondrán en práctica su meta de ser competitivos todos los años.
Ciertamente Beltrán, ambidextro que conecta con poder y altos promedios, y que ha impulsado 100 ó más carreras ocho veces, es uno de esos peloteros sobre los cuales se puede edificar un campeón.
Otro bateador que generará gran interés será el jardinero Josh Willingham, quien disfrutó con los Atléticos de la mejor temporada de su carrera tanto en jonrones (29) como en impulsadas (98). Si Oakland no llega a un acuerdo con él pudiera irse a otros parajes con un suculento pacto multianual.
Apunten a un par de excelentes primera base que batean con poder como lo son el dominicano Carlos Peña y Derrek Lee, entre los veteranos disponibles al mejor postor, así como al productivo antesalista quisqueyano Aramis Ramírez.
El actual mercado de la libre es rico también en paracortos de renombre debido a la presencia de figuras de la talla de Jimmy Rollins y el dominicano José Reyes.
Rollins aspira a un contrato por cinco temporadas, o por lo menos de cuatro más opción del propio jugador. Es un paracorto que cubre terreno en cantidades industriales, un eficiente primer bate con velocidad.
Un recuperado Reyes es cuatro años más joven que Rollins, con un guante bien confiable y ganó el campeonato de bateo con .337. A diferencia de Filadelfia con Rollins, Nueva York pudiera dejar ir al quisqueyano a nuevos horizontes, siguiendo el lema usado al canjear tanto a Beltrán como al relevista venezolano Francisco Rodríguez a Milwaukee: primero futuro.
Rafael Furcal, paisano de Reyes, fue tan útil a los Cardenales de San Luis en la segunda mitad de la temporada que pudieran retenerlo. Si se lanza al mercado, no faltará quien se interese por un buen paracorto de su calibre, con un cañón por brazo, además de ser un buen primer bate.
Marco Scutaro iba a integrar este grupo de paracortos disponibles en la libre agencia, pero ya el nuevo gerente general de Boston adelantó que una de sus prioridades sería ejercer la opción del venezolano para el 2012.
Si de lanzadores abridores se refiere, los zurdos C.J. Wilson y Mark Buehrle, y el derecho Roy Oswalt encabezan el listado, a menos que CC Sabathia opte por declinar la opción que tiene con los Yankees, lo cual sería algo raro.
De los iniciadores, Wilson, ganador de 16 juegos en el 2011 y as de la rotación de los Rangers de Texas, va a ser con casi toda seguridad el hombre que logre un pacto más suculento. Ya se menciona que los Yankees pudieran encabezar la lista de candidatos por sus servicios. ¿Por qué no los Medias Rojas, uno de cuyos principales serpentineros, John Lackey, será objeto de la Operación Tommy John?
Si lo que se busca es un taponero con experiencia, Heath Bell, con promedio de más de 44 juegos salvados en las tres temporadas recientes con los Padres, va a ser el primero en la lista. Es un secreto a voces que pudiera hasta aceptar un contrato de menor tonelaje para quedarse en San Diego, pero a lo mejor ni ese descuento estará al alcance de un equipo con tan bajo presupuesto.
Papelbon será bien codiciado si no lo asegura Boston. Rodríguez se adaptó al rol de preparador con los Cerveceros, pero será bien atractivo en el mercado como cerrador. Y veteranos como Brad Lidge y Joe Nathan no recibieron la opción contractual de Filis y Mellizos de Minnesota, en ese orden.
No sólo de pan vive el hombre, empero, y no con puras firmas se construye un campeón. Cada equipo también buscará incrementar su calidad a través de las transacciones cuyo momento altisonante estará en las Reuniones Invernales a comienzos de diciembre.
A lo mejor la fórmula ideal de algunos será jugar en base a sus propios baluartes jóvenes, rodeados de unos cuantos veteranos cuidadosamente seleccionados.
Cada quien utilizará su propio método en base a su juicioso criterio y/o la profundidad de sus arcas, pero el objetivo será el mismo: construir a un futuro campeón, bien para el 2012 o años subsiguientes.
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
(Te invito a leer columnas, comentarios, reportajes y otros detalles del apasionante mundo del diamante en nuestro hogar beisbolero, www.beisbolporgotas.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario