Los consagrados lo admiran y combinan esfuerzos para que se les una en la inmortalidad
Manolo Hernández Douen
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Sus colegas reconocen los muchos méritos acumulados en su fructífera carrera.
Por supuesto, se trata de René Cárdenas, quien pudiera coronar su sueño de ganar el Premio Ford C. Frick, tributo a los titanes de la transmisión beisbolera.
Cárdenas, narrador de béisbol desde que tenía 16 años, figura entre los 10 finalistas al lauro que abre el telón al Salón de la Fama a su respectivo poseedor.
La competencia es fuerte, pero sus posibilidades son contundentes, de acuerdo a hombres que han dedicado su vida a difundir la magia del diamante.
“Sí, claro que sí, creo que tiene muy buena posibilidad”, aseguró Felo Ramírez, uno de tres latinoamericanos ganadores del galardón. “Quedó bastante bien en la última [elección]. Voté por él en primer lugar y voy a hacerlo de nuevo. Y estoy hablando con alguna gente [del panel decisivo] para ayudarlo’’.
Ramírez es gran autoridad en la materia. Lidera las transmisiones en español de los Marlins desde que la novena de la Capital del Sol entró al Béisbol de Lujo y fue un pionero de pioneros en 1951 con la Cabalgata Deportiva, fabuloso programa que transmitía los juegos de la semana, la Serie Mundial, peleas de boxeo desde el Madison Square Garden y otros eventos de gran transcendencia.
“René fue el primer latinoamericano que transmitió para un equipo de las Grandes Ligas”, subrayó Ramírez a Béisbol por Gotas, al acentuar los méritos de Cárdenas.
A Jaime Jarrín, segundo latino que obtuvo el codiciado premio tras el inolvidable Buck Canel y que iniciará en el 2012 su 54ta temporada con los Dodgers de Los Angeles, votará por supuesto por Cárdenas y le encantaría darle la bienvenida a su colega en Cooperstown.
De hecho, el orgullo de su patria, Ecuador, y de toda una enorme legión de aficionados que lo idolatra a lo largo y ancho del vasto mercado angelino, ha abogado desde hace tiempo por la exaltación de su estimado ex compañero.
“René ha dedicado prácticamente toda su vida al béisbol y no hay la menor duda de que ha sido uno de los pioneros y estandarte en los esfuerzos por una cobertura bilingüe de este deporte’’, elogió Jarrín.
“Será para mi motivo de suma satisfacción verle a René en el podio recibiendo la distinción que sólo Cooperstown puede darle”, enfatizó Jarrín. “Fueron muchos los años que tuve la satisfacción de compartir los micrófonos con él, incluyendo su retorno a los Dodgers para su segunda permanencia con el club [etapa comprendida de 1982 a 1998], que fue posible gracias a mi aprobación’’.
La valía de Cárdenas también ha trascendido a nuevas generaciones como es el caso del dominicano José Mota, quien eleva ese concepto a un nivel bien alto al representar dignamente a Latinoamérica transmitiendo tanto en inglés como en español.
“Lo escuché desde niño junto a Jaime [Jarrín]”, reveló Mota, ex jugador de las Grandes Ligas. “Su entusiasmo es palpable y su comprensión del juego es muy única.
“No lo puedo ni debo comparar [con Canel, Jarrín o Ramírez], pero merece un alto reconocimiento por haber llegado a tantas generaciones’’, acentuó Mota.
Por su parte, el cubano Amaury Pi-González, con una trayectoria de casi cuatro décadas detrás de los micrófonos del Béisbol de Lujo, se siente feliz por Cárdenas.
“Me sentiría muy contento si René gana el Ford C. Frick’’, aseguró Pi-González, honrado el año pasado como primera voz latinoamericana en el Salón de la Fama de la Radio en la Bahía. “Es un hombre honesto, trabajador y gran representante no sólo de su patria, Nicaragua, sino también de todos los latinos que hemos tenido la suerte y el privilegio de hacer carrera narrando el mejor béisbol del mundo’’.
Perlantillano como lo es Pi-González, Ulpiano Cos Villa conoce con lujo de detalles la trayectoria de Cárdenas por haber compartido el mismo mercado por muchos años en su condición de voz de los entonces Angelinos de California.
Cos Villa expresa su satisfacción por la presencia de Cárdenas entre los finalistas al Premio Ford C. Frick, cuyo ganador será anunciado el 6 de diciembre en las Reuniones Invernales de las Grandes Ligas, aunque prefiere ser realista.
“No hay duda de que él suma muchos méritos y quisiera verlo en el Salón de la Fama, pero tiene contrincantes bien fuertes’’, analizó con franqueza Cos Villa.
En este sentido, se refiere a finalistas de la talla de Skip Caray, Tom Cheek, Ken Coleman, Jacques Doucet, Bill King, Tim McCarver, Graham McNamee, Eric Nadel y Mike Shannon.
“Es un narrador muy bueno, trabajador, con muchos años de servicio y buen periodista”, elogió Cos. “La idea [de la transmisión de los Dodgers] fue de René, pero quería mejorar y se fue con los Astros. Si se hubiera quedado en Los Angeles la historia pudo haber sido muy diferente. Perdió muchas oportunidades’’.
Entretanto, Carlos Alvarado, experto beisbolero del diario angelino La Opinión, ve con buenos ojos el reconocimiento a Cárdenas por varias razones, entre ellas porque comparten la misma cuna, la patria de Rubén Darío.
“Sería una satisfacción como nicaragüense y me sentiría halagado”, expresó Alvarado. “Qué bueno sería que le reconocieran su trayectoria como el primer narrador en español exclusivo para un equipo de las Grandes Ligas. En eso René es un pionero, es un reconocimiento que se lo merece’’.
Por supuesto, a Cárdenas le daría un gusto enorme unirse a Canel, Jarrín y Ramírez en el Templo de los Inmortales, lo cual sería el epílogo cumbre al momento histórico que se produjo en 1958.
En su entrevista para los lectores de Béisbol por Gotas, Cárdenas recordó aquellas gestiones.
“Cuando supe que era inminente la llegada de los Dodgers a Los Angeles, conseguí una entrevista con William Beaton, presidente de Radio KWKW en Pasadena y le expuse el plan de principio a fin”, rememoró Cárdenas. “Quedó encantado y siguió mi sugerencia al pie de la letra. Mr. Walter O´Malley [inmortal propietario de la franquicia] no titubeó un segundo, aprobó el plan y dijo que lo recomendaría a Gumbiner Advertising Company y BBDO en Nueva York, además de otra agencia de Los Angeles.
“La última palabra la tenían esas agencias de publicidad porque el costo no había sido integrado a sus pautas para 1958”, prosiguió Cárdenas. “Tan pronto como hicieron la enmienda, Beaton y yo fuimos notificados. Y lo demás es historia’’.
De su experiencia de trabajar al lado de Jarrín le quedan maravillosos recuerdos tanto profesionales como personales, como una de las muchas ocasiones en las que narró bajo un clima gélido en el legendario Wrigley Field de Chicago.
“Recuerdo que aquella vieja caseta tenía un hoyo en el piso donde penetraba un viento esquimal y me congelé tanto que no narraba a gusto’’, contó Cárdenas.
“Al día siguiente puse una toalla eléctrica y allí coloqué mis pies’’, prosiguió el nicaragüense. “Jaime, mi buen compañero, se burló de mí. Lo hizo porque él es de Quito, donde el frío es como comer frijoles y yo soy un pez tropical del lago de Managua. Pero el viento frío arreció con furia a partir de la cuarta entrada y sentí que algo estaba junto a mis pies. Eran los pies de mi querido Jaime’’.
Se siente también bien orgulloso de haber iniciado en 1962 su feliz enlace con los Colt .45s, más tarde Astros, como narrador y director de su división en español. Allá organizó una cadena de más de 100 radiodifusoras en México, Centro y Sur América, que popularizó esa franquicia entre millones de hispanoamericanos.
Claro está, ganarse el premio sería un sueño hecho realidad para este dedicado profesional que fue la voz de los Astros por televisión en el 2008 y que se da banquete desde el 2000 en Houston como columnista de la novena, mientras escribe para El Diario La Prensa de Nicaragua, del cual fuera Editor Deportivo.
“Sería para mí como robar una estrella del cielo a espaldas del Todopoderoso’’, filosofó Cárdenas. “Es como cuando la organización de beisbol te hace gerente general o cuando te aceptan para ser niño explorador.
“Ya te imaginas como me siento luego de haber iniciado mi carrera en 1958 en el Coliseo de Los Angeles y ahora te elijan tus propios colegas’’, recalcó el veterano de mil batallas. “Es un placer que en mi campo no tiene comparación’’.
Desde su hogar en Houston, Cárdenas comentó que “siempre vivo la ilusión aunque sea una quimera’’ y admitió que “lo he venido soñando desde la década del ‘90’’, cuando apareció por primera vez entre los candidatos.
Ese anhelo pudiera hacerse realidad ahora, no sólo para Cárdenas, sino para tantos admiradores que quisieran tener en él a un cuarto representante latino en Cooperstown.
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
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