OÍDO EN LA CHATA

SOMOS PRISIONEROS

VÍCTOR JOSÉ LÓPEZ

Lo grave es que los venezolanos no nos damos cuenta. Nos han ido quitando espacios, reduciéndonos a los rincones de nuestras casas. Nos arrebataron el derecho a transitar sin miedo por la noche, de salir de nuestras asas a visitar a los amigos, de ir a un cine. Lo único que hacemos con absoluta libertad, es hablar pazjuatadas; pero los venezolanos somos prisioneros de un régimen que fomenta el terror por la vía del malandraje.
La tapa del frasco es la prohibición a los agentes del orden público de arrestar a los criminales, el anuncio que se liberarán más de 20 mil presos para aliviar los recintos carcelarios.
¿Y los jueces? ¿Los fiscales? ¿Los policías? ¿Las víctimas?
La solución será la de callar a los medios. Si no se sabe, no existe. Es la fórmula que existió en la Alemania Nazi, donde todos eran felices hasta que descubrieron los campos de concentración. Así fue en el Berlín Oriental, donde para paliar sus fracasos económicos Hoenecker vendía los presos políticos. Así ocurre en Cuba, y así será en Venezuela