Blog de Víctor José López /Periodista

martes, 16 de agosto de 2011

A MY OWN BUSINESS



Por: Luis Medina
Dr. en Medicina Veterinaria.

Nacistes en 1.997 en las tranquilas y verdes praderas del Haras Vista Hermosa de Don Julio Paso, enclavada en los fértiles valles de las serranías de Belén, Edo. Carabobo .
De potrillo te distinguías por tu porte y excelente desarrollo, a los 2 años tenias un garbo equino envidiable, cuando llegastes al Hipódromo La Rinconada de Caracas eras un potro de una conformación casi perfecta, tenias todos los atributos biomecánicos de una maquina equina de correr; tanto es así, que demostrastes tu garra corredora y aguantastes las grandísimas exigencias del esfuerzo atlético a las que fuistes sometido, sin sufrir daños en tu aparato locomotor pro ducto de tu excelente conformación. En ti se conjugaron los tres puntales escenciales de un súper campeón: gran corazón, gran actitud competitiva y gran velocidad.
Tus orgullosos propietarios, los buenos amigos Rocco Sebastiani y Hugo Albarran llenaron plenamente sus anhelos con tus actuaciones públicas y privadas.
Tuvistes la suerte de caer en las manos de un sabio Entrenador y Maestro en estas lides como lo es Don Antonio Bellardi. El te entendió y te conocía como a un hijo y supo hilar tus triunfos. No voy a entrar en los detalles de enumerar tus grandes hazañas como atleta porque todos los hípicos las conocemos. Solo te quiero decir que llenastes de gloria al hipismo venezolano. Recuerdo como se volcaban tus admiradores en las tribunas cuando competías.
Varios fuimos también los Médicos Veterinarios que vivimos y disfrutamos de tu gloria; porque como paciente no nos distes trabajo, no te lesionastes nunca a Dios Gracia, siempre fuiste un atleta sano.
Inicialmente te cuido una gran profesional de la Medicina Veterinaria, que nos dejo prematuramente, la Dra. Elsen Martinez, que desde el cielo seguía tus triunfos. El suscrito tuvo la suerte y la dicha de examinarte rutinariamente y de verdad siempre salías airoso de tus chequeos.
Tu valor como atleta y tu excelente performance, aunado a la sempiterna ambición del hombre, te sacaron de tu Hipódromo de Caracas y te fuiste a buscar suerte y demostrar tu grandeza en los hipódromos de Norte América. La verdad mi noble atleta: no pudistes.
Porque no eras el mismo? De nuevo la veteranía de tu entrenador de Caracas se impone. Para contestarle esta interrogante a tu publico debo contar algo que para ese momento era un secreto profesional:
A tu llegada me dice Bellardi, Medina vamos a echarle una chequeada al caballo que se encuentra en la estación de cuarentena sanitaria del hipódromo, me insiste Antonio que te ha notado algo extraño en tu andar. Observamos que tu tren posterior no se movía armónicamente al caminar y al trotar. Te examino clínicamente y al hacerte presión sobre la grupa, específicamente sobre la articulación sacroiliaca mostrastes dolor y le dije a Antonio que esta podría ser la causa por la que ste campeón no pudo desarrollar su potencial atlético en el Norte. Sencillamente el área afectada te dolía y no podías correr a voluntad.
Que te ocasiono eso? Presumo que ejecutastes algún movimiento descoordinado durante el entrenamiento o que te distes un fuerte golpe en la grupa en algún momento lo cual te causo esta lesión. Este dolor no lo demuestras con claudicación al trote ni al galope, pero indudablemente que no puedes emplearte a fondo durante el ejercicio. Entonces Antonio me pregunta ¿ que hacemos ? Le dije que este tipo de lesión respondía bien con unos tres meses de descanso y ciertos tratamientos locales.
Cumplido tu reposo medico, tu entrenador te consintió y fuiste de nuevo el “El Gran Campeón”, esta vez bajo el cuidado diario de otro excelente colega como lo es el Dr. Freddy Morales y con el triunfastes muchas veces de nuevo.
Al final de tu vida atlética te marchastes al campo, esta vez como reproductor al lamentablemente desaparecido Haras San Isidro de Don Amin Saiden. Alli demostrastes tu fuerza viril, preñando varias yeguas, siempre bajo la atención ginecológica del Maestro Dr. Luis Sifontes, quien también te recibió de nuevo en el Haras Vista Hermosa, lugar donde nacistes. De allí visitastes otros Haras como El Gran Derby de Don Mauricio Azar y luego te establecistes como padrillo en el nuevo y promisorio Haras Paumar de los Srs. Pablo Bencomo y Nelson Font, asesorado por mis amigos y grandes veterinario Drs. Julio Rodriguez y Nicolas Navarro.
Al tiempo de estar allí comenzastes a sentir unos extraños y profundos dolores abdominales, pero esta vez tu fortaleza, tu gallardía y tu estoicismo te hicieron una mala jugada, porque con solo una dosis de calmante mejorabas aparentemente, luego a las 6 horas de nuevo el dolor y otra dosis te volvía a calmar hasta que tuviste una crisis abdominal aguda y el veterinario que te cuidaba, Nicolas Navrro, decidió enviarte a nuestra Clínica en búsqueda de un auxilio especializado.
Todos los exámenes médicos realizados indicaban un daño visceral mayor. Tus propietarios en concordancia con los especialistas acordaron realizarte una exploración quirúrgica del abdomen, la cual fue realizada por el especialista en cirugía abdominal de nuestra Clínica Dr. Carlos Velásquez, asistido por el cirujano veterinario Dr. Luis Perozo.
La cirugía fue el pasado miércoles 10 de Agosto a las 11 pm, yo no pude ayudar porque me encontraba convaleciente de una operación mayor recientemente realizada. Después de la cirugía el Dr. Velásquez me informo que presentabas una hemorragia interna por daños de los vasos sanguíneos que entran en el baso, desplazamiento del colon mayor y lo que más le preocupaba era una isquemia del intestino delgado. Sin embargo, la operación culmino y te recuperastes satisfactoriamente y te parastes de nuevo como todo un guerrero para recibir tus cuidados intensivos.
Al día siguiente de tu operación me fui a la Clínica para verte. No puedo expresar el sentimiento que me dio ver a un gran guerrero como tu luchando esta vez por su vida. Te puse mi mano en la frente y te dije al oído “ lucha campeón”. Ese día jueves me llamo Antonio Bellardi y al rato recibí la llamada de Julio Rodríguez orando ambos por ti.
Dios nos tiene reservadas algunas cosas en la vida que no comprendemos. El viernes a las 10 pm me llamo el Dr. Velásquez para informarme que tu estado se deterioraba paulatinamente y que a pesar de los grandes esfuerzos realizados no respondías, la hemorragia interna era continua y que comenzaba tu sufrimiento.
A diferencia de la medicina humana, nosotros los veterinarios, tenemos la gloriosa oportunidad de impedir el sufrimiento de un ser en estado terminal. Tus propietarios junto con tus veterinarios tomaron la mejor opción……………
TODOS VIVIMOS DE TU GLORIA CAMPEON

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