Calificar el descenso de River Plate de "tragedia", es una de las tantas exageraciones que genera el fútbol
CLARÍN
Buenos Aires
Muchos hinchas de River, por no decir la mayoría, viven la posibilidad de que el equipo sufra el descenso como el peor de los males con que la vida los puede castigar. Para ellos, que el equipo juegue en la B Nacional sería algo muy parecido a una tragedia. Se trata de una de las tantas exageraciones que genera el fútbol. Si esto se concretara, acaso la gente de River no debería vivirlo más que con enorme tristeza o como la mayor de sus angustias futboleras. Pero no convendría que esos sentimientos desembocaran en la palabra tragedia. Tragedias son la pérdida de un ser querido, los chicos que se mueren de hambre en el mundo o los desastres naturales que ocurren cada vez con mayor frecuencia. Los hinchas tendrán que bancarse cargadas de todo tipo, pero no por eso dejarán de sentir pasión por sus colores. Más temprano que tarde recordarán que -al igual que la de otros clubes- la grandeza de River es una grandeza sin par. Para ellos, River es único y lo seguirá siendo. Por los títulos, por la historia, por el sello de su fútbol, por los fabulosos jugadores que tuvo, por los instantes compartidos ante esos colores junto a los afectos de la vida y porque esta circunstancia los hace protagonistas de un conmovedor fenómeno popular. Algún día tendrán revancha y volverán a ser felices gracias a esa camiseta que hoy los hace llorar.
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