viernes, 6 de mayo de 2011
Larga vida a los apodos en el beisbol
NO es lo mismo referisno a "Cocaina" y a "Natilla, que al señor García y al señor Jiménez. Los apodos en la pelota son tan antiguos como el mismo juego. ¿Cierto Babe?
GUILLEMO YÁBER LLANOS
La bitácora del spring trainning
Sería necio ir en contra de la corriente popular, los sobrenombres son parte tan importante para el aficionado en el beisbol, que muchos conocen a sus héroes más por los apodos que por sus verdaderos nombres.
Estos días en Oakland nos han ayudado para caer en cuenta que Venezuela tiene a dos “Rey” en sus filas, el conocido Félix Hernández y quién en su tiempo lo fue y sigue siendo, “El Rey” David Concepción.
Un pelotero venezolano sin sobrenombre sería como una arepa sin relleno, simplemente esto es parte de nuestra cultura, revisando la historia, que da paso al presente y bases para el futuro, es sencillo ver las razones.
Quizás todo comenzó con los héroes del campeonato Mundial de Beisbol de 1941, aquella escuadra venezolana es famosa por sus sobrenombres, razón tenía cuando eso nos recordaba Don Iván Buznego.
De ese roster de 23 jugadores, exaltados por cierto al Salón de la Fama de nuestro beisbol en 2005, dieciséis de ellos eran conocidos por su sobrenombre, pocos saben que “Gatico” Hernández se llamaba Juan o que “Redondo” era Héctor Benítez o que el “Chino” Canónico se llamaba Daniel. En fin, los héroes del 41 eran famosos por sus sobrenombres, acercaban a estos ídolos al pueblo, a nuestra cultura, a la corriente común entre los aficionados de hoy en día.
Eso continuó con una larga lista de Grandes Ligas, empezando por Alejandro “Patón” Carrasquel, primer criollo en las Mayores. Quizás nadie más conocido por su apodo que “Chico” Alfonso Carrasquel.
Algunos apodos no son demasiado agradables, como Manuel “Cocaína” García, pero sin duda son recordados. Otros causan risa como Enrique “Fresita” González, sin quitarle el aura de estrella al pelotero, algunos otros son legendarios como Andrés “Gato” Galarraga y por supuesto que hay sobrenombres repetidos, como el de “El Rey” (David Concepción y Félix Hernández) además de “El Pollo” (Manuel Antonio Malpica y Henry Rodríguez).
Pero eso no es parte solamente de nuestra cultura, los japoneses tienen a “Gojira (Godzilla)” Hideki Matsui y a Dice-K y su Gyroball Daisuke Matsuzaka entre sus apodos más conocidos.
Los norteamericanos no son la excepción: está “Charlie Hustle” Pete Rose, “The Iron Horse” Lou Gherig y “The Big Hurt” Frank Thomas y nadie nos va a convencer que los aficionados conocen más a George Herman que a “Babe”, “The Bambino” o “The Sultan of Swat” todos el mismo pelotero.
No se necesita extensa experiencia en el beisbol para saber que los sobrenombres son parte del juego, en ocasiones los mismos peloteros quieren que les digas “El Gocho” (Johan Santana) o “Comedulce” (Bob Abreu), inclusive Aníbal Sánchez dijo que le gustaba el apodo de “Caníbal” y Carlos Zambrano prefiere ser “El Toro”.
Además, seamos honestos, es mucho más divertido hablar de “El Torpedo”, “El Kid” y “El Panda” que decir García, Rodríguez o Sandoval, sencillamente esto es parte del juego.
Y es que el beisbol sigue siendo un juego y por ende es para divertirse, parte de ese entretenimiento es colocarles apodos a nuestros peloteros, que luego se hacen famosos por las hazañas que lograron con sus sobrenombres.
Larga vida a los apodos.
“Persona que aspire a una larga vida, debe montarse en el tren de la dignidad y el respeto”
- Iván Buznego (Reportero Gráfico)
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