Blog de Víctor José López /Periodista

lunes, 30 de agosto de 2010

Llegó un piano

Ángeles Mastretta

Y dos días llevo acariciándolo. Me lo regaló Rosario. No lo sé tocar, pero él es humilde y dócil. Se deja hacer. Pongo los dedos en sus teclas, suena ronco, es una antiguedad y parece que lo sabe. Rosario lo encontró en Coyoacán. Se lo compró a un vecino. Fue de su tía bisabuela y desde l865 había estado en la misma familia. Está precioso. Rosario lo mandó componer y se ve como nuevo. Llegó ayer en la mañana. Primero quedó en el comedor y hoy lo pasamos a la sala en donde se le ve mucho más cómodo.

Ha entrado a la familia. Gracias Rosario.

¿Que les evoca un piano? Yo les cuento cuando amanezca en México. Hoy vine porque no quiero que en España salga el sol sin haberles abierto una nueva puerta.

Música para hoy: La leyenda de 1900. Ennio Moricone.

Punto y aparte. Ya les he hablado de Rosario. Entre sus múltiples cualidades está la generosidad. Es una pianista extraordinaria. A ella se le olvida, pero nunca a quienes la hemos oído. Aquí se extrana la voz de sus manos.

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