lunes, 5 de julio de 2010
Dios y el diablo
VÍCTOR JOSÉ LÓPEZ
Las dos grandes referencias del fútbol suramericano, son Argentina y Brasil.
Los dos quedaron fuera del Mundial Sudáfrica 2010, sin pasar a semifinales.
En Brasil, a Julio César lo convirtieron en chivo expiatorio. Una mala salida del cancerbero ante Holanda, marcó el final del trayecto africano para los amazónicos.
Argentina en sus responsabilidades se llama Diego. Está Maradona ligado a la nación desde hace ya más de 30 años. Su nombre se confunde con las penas y las alegrías de la gente.
Es el ídolo, "es dios".
Los recibimientos de los brasileños y de los argentinos a sus seleccionados fueron completamente distintos, ¿Por qué, se preguntarán, si lo que hicieron fue lo miso?
Argentina, en especial luego del partido ante Grecia, era Campeón del Mundo para los seguidores de la albiceleste; como Brasil al vencer al Chile de Bielsa consideraba haberlo superado todo y ya se veían festejándolo en el sambódromo de Río.
Agazapados en el camino estaban dos fantasmas. Holanda, que dio al traste con los sueños brasileños, y Alemania, que creció cual anatema para disminuir a su mínima expresión a Maradona.
¿Qué pasó? ¿Porqué tanta diferencia en el trato de los hinchas al regreso a casa de cada selección?
Es posible que la diferencia esté en los conductores. Diego es la Argentina que venció a Inglaterra en México 1986, es el salvador de la nación. Forjador de sueños. A los niños argentinos les importa poco que no haya mermelada a la hora del desayuno, y mucho menos ser San Martín, ellos quieren ser como Diego. Diego hizo lo que no pudieron hacer los miitares con sus prisiones, torturas y matanzas, sólo él pudo vencer al Imperio Británico.
Diego lo es todo.
No así Dunga, hombre sin gracia, sin juego bonito, él es como su fútbol, intrasendente socialmente, nadie quiere parecerse o jugar como Dunga.
Ahí está elporqué el Aeropuerto Internacional que sirve al Gran Buenos Airez en Ezeiza se vio repleto por una multitud que aclamó sus héroes vencidos, a los muchachos de Diego
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