VÍCTOR JOSÉ LÓPEZ
La muy culta Francia regresa a casa luego de una vergonzosa actuación en Sudáfrica. Deja atrás un escándalo que le rebaja en su pretendida alcurnia.
La selección gala enamoró al mundo cuando conquistó en Campeonato en 1998, y cuando de ella esperaban grandes cosas en el Mundial Corea y Japón 2002, los franceses fracasaron con estruendo. El desamor hizo que pocos creyeran en la azul para el Mundial Alemania 2006, sin embargo este equipo de Zinedine Zidane, dirigido por Raymond Domenech, llegó a la final eliminando entre otros a España y a Brasil para perder la Copa del Mundo vencida por el albur de los penaltis ante Italia. Una batalla que no empaña para nada su gran actuación.
Francia, a pesar de los hechos que se sucedieron entre 2006 y 2010, llegó a Suidáfrica como favorita para ganar en su grupo, el mismo que ayer le diera el boleto de regreso a Paris, donde le espera una prensa escandalosa pidiendo para su entrenador, todo el equipo técnico y sobre todo para Thierry Henry, Frank Ribery, Nicolás Anelka y Patrick Vieira algo menos que el paredón.
Antes que la selección gala tomara el avión que la condujo a tierras africanas, la Ministra del deporte había protestado la ostentación y el gasto del equipo. Llegó Francia al hotel más lujoso de África, donde cada jugador le costaba al Estado más de 600 euros diarios. Tanto lujo para poner la torta que pudieron, pues los desórdenes disciplinartios de técnicos y jugadores han sido hechos jamás vistos en un Mundial de Fútbol.
Luego de Alemania 2006, Francia va cuesta abajo. Eliminada al amanecver de la Eurocopa, le costó mucho la eliminatoria mundialista cuando Serbia la eliminó y le condenó a jugar la repesca frente a Irlanda. Francia entró al Mundial con el penoso gol de la mano de Henry en la prórroga, y así se metió en el Campeonato del Mundo.
La FIFA “castigó” a Francia y no le nombró cabeza de serie. Esto trajo aparejado uno de los grupos más complicados de la Copa del Mundo.
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