Blog de Víctor José López /Periodista

sábado, 13 de junio de 2009

Sayonara, Yankees. See you in August.





Babe Ruth con el uniforme de Medias Rojas de Boston. El Bambino fue vendido a los Yankees de Nueva York por 125 mil dólares, y un préstamo de 300 mil a Harry Frazee para montar la obra de teatro “No, No, Nanette”. Frazee descapitalizó Medias Rojas, para invertir el dinero de las transacciones de sus mejores peloteros en obras musicales en Boston. Detrás de todo estuvo una atractiva mujer, confirmando la copla andaluza que “no hay causa de hombre, que de mujer no venga”, hoy puede decirse que ésta se convirtió en la más fiera de las rtivalidades en las grandes ligas: Yankees y Medias Rojas.




SIN PARALELO
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OIDO EN LA CHATA

Florecerán los besos
sobre las almohadas.
y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.

Miguel Hernández/Canción última




LA RIVALIDAD Yankees Medias Rojas tiene un fundamento muy sólido que creció sólido a principios del pasado siglo XX. Son varios los protagonistas y múltiples las razones que nos llegan a este siglo XXI convertidos en pasión por el juego de béisbol. Algunos involucran directamente a Babe Ruth en este conflicto de pasiones, lo que no es del todo cierto. Aunque, por qué negarlo, algo de razón tienen en lo referente a la confrontación entre bostonianos y neoyorquinos.
Todo comenzó en el tranquilo amanecer del siglo pasado, con un Medias Rojas de Boston convertido en orgullo de la ciudad, por su imbatibilidad, que había sido Campeón de la serie Mundial de 1903 – con el nombre de Pilgrims (Peregrinos) -. que venció en la primera Serie Mundial de la historia a Piratas de Pittsburgh, y que luego coronó en la inauguración del Fenway Park, en 1912. Tres años más arde, 1915, pulverizó a Filadelfia (4 x 1) dándose el lujo de dejar a Babe Ruth en el banco cuatro juegos y sacarlo a que cogiera sol un solo juego y en un turno al bate como emergente.
Boston dio cuenta rápida (4 -1) de Brooklyn en 1916, y luego en medio de muy serios conflictos logró el pennat en 1918 cuando en Europa se libraba la Gran Guerra, y en los despachos de las grandes ligas una huelga de peloteros suspendía el inicio de la Serie Mundial. Newton Baker, Secretario de Guerra de los Estados Unidos, ordenó a los ciudadanos “¡A la guerra o al trabajo!”, mientras el béisbol era considerado "necesario en un momento difícil para la nación”.
Los peloteros, liderados por dos jardineros, Harry Cooper, leftfield de Boston, y Leslie Mann, rightfield de Chicago, exigían más dinero por participar en la Serie Mundial. El torneo entre los campeones de la Nacional, Cachorros de Chicago, y Medias Rojas de Boston, había sido adelantado por razones de la guerra europea que reclamaba los mejores hombres de la Unión Americana en los campos de batalla, y ellos estaban en los campos del béisbol.
Aquella serie del 18 fue ganada por Boston 4 x 2.
Ese era el equipo al que la ciudad de Boston sentía tanto como orgullosa estaba de su tradición histórica, sus universidades como Harvard y el Tecnológico de Massachussets y el ser la cuna del conflicto independentista, la Revolución de los Estados Unidos.
Pues bien, en 1917 se atraviesa en la historia de Medias Rojas de Boston un señor de nombre Harry Frazee, empresario de teatro y productor de obras musicales en Broadway.
Harry Frazee compró en 1917 a Medias Rojas por 400 mil dólares, un equipo lleno de salud profesional con los mejores peloteros de las grandes ligas. Esa reunión de estelares jugadores fue para Frazee una especie de cuenta bancaria, pues los vendía para costear sus obras de teatro en Broadway. Yankees de Nueva York fue el equipo que más se benefició en los traspasos y negocios de Frazee, lo que no fue bien visto por los aficionados de Boston y denunciado muchas veces por la prensa de Massachussets.
La situación no mejoró con dos cambios que fueron fundamentales: el pitcher Carl Mays, uno de los grandes lanzadores entre 1916 y 1926, a quien se le recuerda por que uno de sus lanzamientos mató el 16 de agosto de 1920 a Ray Chapman, al golpearlo en la cabeza provocándole fractura de cráneo. Chapman fue la segunda víctima fatal en las grandes ligas. Carl Mays, además del gran talento en el montículo era muy indisciplinado, rebelde, y en medio de una rabieta, un día de 1919, abandonó la ciudad de Boston y a Medias Rojas, lo que aprovechó Harry Frazee para negociarlo con Yankees de Nueva York. Esta acción comercial encolerizó a Ban Johnson, presidente de la Liga Americana, quien vetó la transacción señalando que Mays en vez de ser negociado debería de ser suspendido. El pleito llegó a la corte, y Yankees fue favorecido. Más leña para el fuego.
El otro personaje al que nos referimos fue George Herman Ruth, un muy joven pitcher zurdo quien, curiosamente, tenía un devastador poder al bate. Ruth había sido adquirido por Boston de la organización Orioles de Baltimore, un equipo de ligas menores, donde había ido a parar aquel huérfano del Saint Mary´s School, y fue vendido a Nueva York el 26 de diciembre de 1919 por 125 mil dólares y un préstamo de 300 mil dólares a Frazee para cubrir los gastos de la puesta en escena de la obra “No, No, Nannett”, donde trabajaba una bella artista que llevaba por la calle de la amargura al señor Frazee. La obra de teatro dio espléndidas ganancias, pero los fanáticos de Boston se enojaron con el dueño de Medias Rojas y cuenta la leyenda que Babe Ruth, cuando abandonaba la ciudad, maldijo al Fenway Park.
Estos elementos, agregados a la olla donde ya existían condimentos que enturbiaban el caldo, como las diferencias religiosas, políticas y circunstanciales, le dieron al caldo de la confrontación deportiva un sabor de apasionada competencia sólo comparable con la que viven los grandes clubes del fútbol en Europa o Sur América. Nos referimos al United y al City en Manchester, Inglaterra, el Inter y el AC Milan en Italia, el Real Madrid y el Barcelona en España, Boca y River en Buenos Aires, o Flamingo y Fluminense en Rio de Janeiro … En fin, un Caracas Magallanes, pero en las grandes ligas.

oooOOOooo

ESTA TEMPORADA de 2009 ha sido muy especial, pues Yankees de Nueva York se vistió de galáctico con las millonarias contrataciones de C.C.Sabathia, A.J. Burnett y de Mark Teixeira, además de tener en el roster a los archimillonarios Alex Rodríguez y Derek Jetter. Una constelación que ha resultado impotente in extremis ante los insuflados Medias Rojas de Boston, que hace ya cuatro años atrás dejaron en el camino las consecuencias de la famosa leyenda de la Maldición del Bambino.
Boston y Nueva York han dividido una centenaria historia en las de mil 700 capítulos. Historia que tuvo hace unos días uno de sus más electrizantes desarrollos, cuando jugaron tres de los 18 juegos pautados en el calendario, y los tres fueron victorias bostonianas.
Boston es el único equipo que ha ganado dos Series Mundiales en este siglo. Mientras que Nueva York abre más profunda la cárcava producida por la sequía de victorias.
En las últimas siete temporadas regulares, los Yankees tenían ventaja sobre Medias Rojas de 68-63 en la serie particular; pero este año Boston lleva 10 juegos ganados de los 18 pautados, quiere decir que la serie particular se inclina se inclina 73 -69 a favor de Boston en estos siete años.
La mayor diferencia entre ambos en este lapso había sido 11-8 en una sola campaña, otra marca que sería superada este año, pues en lo que resta de temporada, siete partidos hasta el 27 de septiembre, es improbable –aunque la pelota es redonda-, que sólo sean derrotas para Boston.
Hasta ayer va la serie 10-1 a favor d Boston (faltan 7 juegos para los 18 pautados). En tres ocasiones ha terminado 10-9, y una vez hasta hubo un empate. En sentido general, los Yankees han ganado la serie particular en cinco de las últimas siete temporadas. Sin embargo, como inscribiera en su titular la semana pasada el Boston Globe “Sayonara, Yankees. See you in August.

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