Blog de Víctor José López /Periodista

jueves, 14 de mayo de 2009

ROJO ENCENDIDO



EMILIO RENTERIA , fuego en el fuego

Víctor José López

El Olímpico de la Ciudad Universitaria parecía aquella camisa para las fiestas que comienza a quedarnos estrecha.
Fue la noche del martes, cuando el Caracas liquidó por goleada al Deportivo Cuenca, cuando recordamos cómo ha ido estrechándose la talla del fútbol venezolano, al ver aquel recinto universitario de bote en bote.
Hasta hace poco nos quedaba holgada la prenda y con ella presumíamos ya que sentíamos que nos quedaba de lujo.
La pasión que ha despertado el Caracas FC en su tránsito por la Copa Libertadores de América ha desnudado la realidad de los escenarios deportivos de la capital venezolana. Es tanta la desnudez que el futuro tiembla de frío, de sólo pensar ante un posible paso a la ronda semifinal de la Copa, en el nada improbable hecho que El Rojo supere en sus compromisos al gremio de Porto Alegre, la oncena favorita para conquistar la Copa Libertadores.
La última vez que se pensó en la gente en Caracas fue cuando el doctor Luis Herrera Campins era presidente de la República y se atacó con firmeza la remodelación y restauración de escenarios deportivos. Antes lo hizo Marcos Pérez Jiménez cuando el doctor Carlos Raúl Villanueva desarrolló el ambicioso proyecto de la Ciudad Universitaria, incluyendo las dos joyas deportivas que han sido por más de cincuenta a los estadios universitarios.
El Rojo, el Caracas F.C. ha encendido la antorcha de la ilusión y de la esperanza en la hinchada capitalina.
Entre los muchos proyectos que tiene el Alcalde Mayor, Antonio Ledezma, está el de los estadios para la Gran Caracas, proyectos que ahora engaveta ya que hasta los depósitos de basura le han quitado por la fuerza del dedo presidencial, despojo que le hicieron junto a las partidas presupuestarias que por derecho constitucional le correspondía al pueblo de Caracas que eligió a su Alcalde Mayor.
El Rojo ha de seguir encendido con la llama de la ilusión de este pueblo que creerá siempre que hay un mañana mejor.

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