Víctor José López
Lo de Santana es dramático. No cabe duda. Cuando no es una es la otra, pero Mets de Nueva York, sea el bullpen o la ofensiva del equipo no acompañan el esfuerzo del mejor lanzador en las Grandes Ligas.
Su efectividad dice de la calidad de lanzador que es Johán (0.78), y lo que ha lanzado en lo que va de año no se refleja en su récord de ganados y perdidos (4-2), una marca que debería estar por arriba de los 6 triunfos en lo que va de campaña.
Cada centavo que le pagan los Mets, Santana lo regresa en emociones, calidad y maestría como lanzador.
¿Qué hacer? Se preguntarán nuestros lectores. Una pregunta que nosotros mismos nos hacemos desde que Johán Santana despuntaba allá en Minneapolis con Mellizos de Minnesota. Todo parece ser una conspiración, comenta un enfadado seguidor de "El Gocho", que incluso introduce cuestiones de discriminación y de xenofobia acusando a los compañeros boricuas y dominicanos del propio Johán en el equipo neoyorquino. No cabe duda, una temeridad que, sin embargo, denota la desesperación que padecen algunos de los muchos seguidores del estelar zurdo venezolano.
La pasión en la pelota va mucho más allá de la lógica, supera lo racional y se confunde con el fanatismo. Allí que al aficionado al beisbol se le califique de "fanático".
Sirve el drama de Johán Santana para calibrar su grandeza, pues el de Tovar mantiene una línea inquebrantable que seguramente otro ser humano no soportaría ante tan absurda adversidad,
Cada día que el gocho vive en las mayores, es un gran ejemplo de profesionalismo para los venezolanos que hacen campaña en la gran carpa y para la juventud de la nación venezolana que vive momentos tan inciertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario