La primera clase de mi carrera en Computación en la Facultad de Ciencias de la UCV, hace ya casi 50 años, trató sobre el concepto de variables y algoritmos. Cuando el profesor puso en el pizarrón la formulación a=a+1, todo el mundo saltó del asiento y puso el grito al cielo! ¿Cómo era eso que la misma "variable" con una unidad sumada diera lo mismo? Y yo que me preciaba de ser bastante bueno en álgebra, la proposición de entrada me pareció chocante. Ese fue mi primer encuentro con un concepto que puede tomar desprevenido a cualquiera.
Y es que esa proposición no era “lineal” como lo habíamos aprendido todos en bachillerato, sino que involucraba algo que no se manifestaba allí de una manera explícita: el tiempo. Si “a” valía 2 en un primer tiempo, luego de aplicada la proposición citada, valdría 3 en un segundo tiempo. Esa era la manera de escribir que las cosas cambiaban, que no eran estáticas, y que “a” era una especie de recipiente que se movía en el tiempo de acuerdo a lo que quisiéramos. Que si el recipiente (la variable en este caso) tenía un valor en un momento, en el siguiente tendría otro de acuerdo a lo que programáramos. Así fue como aprendí por primera vez que contenido y recipiente eran dos cosas distintas.
Parece simple pero no lo es. Los venezolanos confunden todavía el contenido (Juan Guaidó) con el recipiente (la Presidencia Encargada), y el nombre que se le da al recipiente, esto es, la “variable”. Muchos hablan del término “variable” sin saber de qué se trata y cuál es su importancia. Los estudiosos de los números pueden tal vez saber de lo que se trata pero no el común de la gente. De allí que todavía crean que defender el contenido es igual que defender la variable. Y no es así…
Ahora bien, después de conocer el concepto respondan: ¿Qué fue lo que respaldaron de manera irrestricta la mayoría de las naciones, comenzando por los EEUU? ¿A Juan Guaidó Marquez o a la Presidencia Encargada? Me siento oyéndoles contestar correctamente: ¡A la Presidencia Encargada! ¿Y por qué? Porque esa variable, surgida de nuestra institucionalidad constitucional, se colocó justo frente al hueco increíblemente grande de una ausencia constitucional del Presidente Electo para el momento de su toma de posesión en enero de 2019, fecha en la cual por mandato del Artículo 233, el Presidente de la Asamblea Nacional, en ese momento Juan Guaidó Márquez, debía encargarse de la Presidencia de la República. Entonces, Juan Guaidó Márquez se convirtió en el contenido de la variable principal del país, la Presidencia de la República.
Siendo Venezuela un país que no se mueve por Instituciones sino por las personas que las administran, ha sido muy difícil separar la variable principal de su contenido. Y esa es la razón por la cual los venezolanos confunden la chicha con la limonada en este asunto tan vital para la supervivencia de la esperanza para arrancar el tirano del poder. Nos hemos mezclado pero no fundido con el contenido del recipiente para realizar una operación audaz, como lo menciono el mismo Departamento de Estado de los EEUU. Eso es lo que he llamado “juntos pero no revueltos”. Hay una gran diferencia en eso.
No ha habido manera de explicar al país adecuadamente que ANCO no apoyó a Juan Guaidó Márquez para realizar una Consulta Popular después de presentar esa propuesta el 4 de Septiembre de 2020, sino a la Presidencia Encargada del país porque esa es la MEJOR institución que hemos tenido para combatir al régimen desde hace mas de 20 años. Que no podemos dejar sola a esa Institución, la variable principal de nuestra legitimidad política, porque perderemos la República, y que le hacemos un grave daño al país si por no saber cómo actuar con el contenido rompemos el recipiente.
Luego del apoyo irrestricto de los EEUU, oficializado por el comunicado de Global Public Affairs, del Departamento de Estado norteamericano, firmado por el Secretario de Estado Mike Pompeo al indicar: “La Consulta Popular fue un proyecto democrático audaz, al coordinar una votación transparente, tanto presencial como en forma virtual. Pese a todos los desafíos que entraña la vida en Venezuela —escasez de combustible, cortes del suministro eléctrico y el acoso del régimen mediante el bloqueo o la eliminación de sitios web, la intimidación violenta, la represión y la persecución—, ha sido un logro sin precedentes” (ver comunicado de los EEUU, en https://translations.state.
Algunos analistas y dirigentes políticos que han denigrado o minimizado de una manera mezquina este logro indiscutible del pueblo venezolano, comparándolo con los “resultados” que presento el régimen en su fraude del 6D-2020, deben recordar –y algunos de ellos leer por primera vez- el famoso discurso inaugural de toma de posesión del trigésimo quinto Presidente de los Estados Unidos, John F Kennedy el 20 de Enero de 1961: “Así pues, compatriotas: preguntad, no qué puede vuestro país hacer por vosotros; preguntad qué podéis hacer vosotros por vuestro país.” (ver Discurso inaugural de JFK, en https://
Nosotros en ANCO si haremos algo con ese resultado y pronto lo informaremos en su oportunidad adecuada, así como informamos de nuestra propuesta para una Consulta Popular. Pero lo más importante es que ahora todos los venezolanos disponen de un MANDATO concreto, claro y constitucional que antes no teníamos más allá del deber señalado por la Constitución en el Artículo 333.
Nadie puede negar que ahora los demócratas venezolanos estamos un paso más cerca de conseguir la liberación de Venezuela que el día anterior a la Consulta Popular. Pero no servirá de nada si todo el mundo espera que “alguien haga algo” olvidando su propia responsabilidad, y denigrando de este logro porque fue apoyado por el contenido de la variable principal del país.
Juan Guaidó Márquez seguirá siendo el Presidente Encargado y legítimo de Venezuela porque así lo decidió la institucionalidad que nos dimos con una Constitución votada en 1999. ¡Eso fue lo que apoyó el mundo entero, no al Diputado del Estado Vargas Juan Guaidó Márquez!
Por más que me disguste esa Constitución y trabaje por su cambio a la brevedad posible por los múltiples defectos que tiene, a ella es a la que le debemos el hecho de que tengamos esa variable principal frente al régimen, y debemos USARLA a favor de su desplazamiento inmediatamente. Reventar esa institucionalidad es un acto suicida que todos debemos rechazar, sin significar que estemos de acuerdo con lo que ha hecho hasta ahora el contenido de la variable principal, que por cierto se verá modificado en un tiempo posterior por la misma definición implícita en el concepto de variable, en el momento que logremos el objetivo por el que en primer lugar convocamos a una Consulta Popular al Soberano Pueblo de Venezuela…
Caracas, 18 de Diciembre de 2020
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