La revocada expulsión de la embajadora o error tras error
La decisión de expulsar a la Embajadora de la Unión Europea es otro de los múltiples errores que viene cometiendo la dictadura, porque es algo nunca antes visto en el mundo de las relaciones internacionales. Y, aunque ella no es representante de un pais específico, si lo es de los 28 países que conforman la Comunidad, y también se suman en el desagrado algunos más, Reino Unido, Suiza y Eslovaquia.
Ahora reculan y parecen haber entrado en razón, o algo o alguien les convenció del terrible error que estaban cometiendo y las repercusiones negativas que iba a traerles.
Las destemplanzas de estos últimos días se deben ciertamente a la angustia que les causa la muy probable extradición de Alex Saab a Estados Unidos y los rumores que corren es que están intentando una operación de rescate, vivo o muerto, para que el colombiano no se convierta en canario. Las informaciones que provienen de la isla señalan que EEUU ha reforzado su custodia perimetral alrededor del penitenciario, para evitar que alguien cometa un “suicidio” del detenido.
Otro error que tendrá consecuencia fue la premura que tuvo Arreaza en decir que Saab gozaba de un estatus diplomático y como tal no debía ser detenido, agregando que era un agente del gobierno de Maduro, lo cual puede consistir, en los tribunales norteamericanos, un vínculo de complicidad con el delincuente.
La otra estupidez, para no usar más la expresión error, fue la manera como acelerada e ilegalmente designaron al nuevo CNE, que en su primera decisión incrementó el número de integrantes de la Asamblea Nacional en 100 diputados adicionales. Imaginamos que es para darle cabida a los 58 partidos que según Delcy Rodríguez van a participar en la fraudulenta elección.
Tal vez esos nuevos miembros del organismo electoral del régimen pudieran ser los próximos sancionados y luego, quien sabe si no lo serán los que se presten a presentarse como candidatos en la farsa electoral armada para constituir la desproporcionada AN de la dictadura.
Lo único que pueden desear los verdaderos demócratas es que sigan hundiéndose en los errores que cometen… ¿fruto del miedo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario