ORLANDO VIERA BLANCO |
Venezuela sigue su proceso aun asediada por un caos militarista del siglo XXI. La victoria de Lacalle en Uruguay se convertiría en otra “brisa” de contención restauradora de la democracia liberal y conservadora, que dará pulmón a los consensos necesarios en la OEA, inhabilitar alianzas como Unasur y revertir la denuncia de Uruguay contra el Acuerdo TIAR, formulada el pasado mes de septiembre 2019.
En definitiva un triunfo de Lacalle es muy importante en Latinoamérica. Existe una percepción incendiaria y de dominio de una izquierda anárquica, violenta y trasnachada que ha venido generando agitación en CHILE, Colombia, Ecuador y Brasil.
Comienza una transición sensible en Uruguay tras 15 años del Frente Amplio. Otra prueba de cómo las elecciones acompañadas de alianzas sólidas y movilización ciudadana, logran las transiciones. Ya Uruguay lo había logrado con la firma del pacto del club naval el 3 de agosto de 1984, con Julio María Sanguinetti al frente, quien gobernaría Uruguay un par de veces después de 11 anos de dictadura.
En todo caso, felicidades Uruguay. Un triunfo histórico de su ejemplar democracia.
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