Se realizó el sábado. Era una prueba para no arrastrar la materia de la victoria. El alumno Guaidó, venía desde enero estudiando cómo aprobar un examen que le permitiera recibir la calificación de Presidente de la Transición en Venezuela.
Esta asignatura es la más difícil, porque se requiere mucha teoría y práctica. La primera ha sido pan comido. Se la conoce al caletre. Expresar lo que padecen los venezolanos, lo sabe hasta un niño de estudios primarios. Por eso Guaidó, no se preocupó. Su problema era la práctica. La acción. Acudir ante una multitud, que él mismo convocaba para escucharlo.
Amaneció y vio un cielo despejado. Ideal para caminar. Marchar. Se desayunó y conversó con sus compañeros. Todos coincidieron en que el Esté de Caracas, volvería a llenar las calles. Era el examen para pasarle por encima al comunismo. El que seguía violando las leyes. El que estaba decidido a no desalojar un poder que no se merecía por ilegal. Por inepto. Por Irresponsable. Por no saber gobernar. El que no atiende la salud de los niños. El que éstos, jóvenes y adultos, fallezcan.
Guaidó, mostraba sonrisa. Tranquilidad. Decidió que se presentaría a la prueba después de la una de la tarde. Tiempo suficiente para que la Francisco de Miranda se llenará de bote en bote. Desde las 11, en Altamira iniciamos el recorrido de la marcha. Realmente los reportes le transmitían que no se observaba un mar de gente como en otras caminatas, a pesar que las causas para manifestar, se habían multiplicado. Ese trayecto hasta la Plaza Brión de Chacaíto se desarrolló sin ánimo. Poca juventud. Un detalle muy a considerar como un éxito, fue que la gente pertenecía en su mayoría a las clases más necesitadas. Llamó la atención la cantidad de mandarinas que compraron los marchantes. Esta vez no hubo ventas de agua mineral como otras veces. La caminata fue lenta. Hubo mucha amplitud en la avenida. Nada de apretujamientos. Al colmo que en ciertos momentos, grupos de personas se detenían a hablar en el centro del camino y eso indicaba falta de respeto con el motivo para protestar. Otro detalle que no convenció, fue la interrupción cada cierto tiempo de motorizados no para vigilar sino para hacerse sentir como si la convocatoria fuese para exhibir motos de gran cilindrada y con acompañamiento femenino.
Durante el camino, se pudo ver cómo mucha gente en vez de caminar, se quedaba sentada en las aceras y escaleras de los edificios; era como si se estuviera viendo un desfile de carnaval o aquella célebre Semana de la Patria. La música estridente de otras marchas brilló por su ausencia. Pocas cornetas.
Al aproximarse al Centro Lido, ya había más personas esperando y se cerraba el círculo de la amplitud antes descrita. La gente hablando y saludando. Fuimos hasta la Plaza Brión y nos extrañó no observar que desde El Rosal no se viera gente acercándose al sitio final.
Una marcha que no dio frío ni calor. Todo mejoró cuando Guaidó tomó la palabra. Dijo que de ahora en adelante vendrían más marchas. Como observadores objetivos, calificamos la prueba del 1 al 20, con 10 puntos. La gente no nos convenció nuevamente. Miles de personas permanecieron en sus hogares. Las razones no se justifican. Entonces para que se quejan del régimen comunista y no salen a las calles a protestar? Comodidad? Miedo? Enchufados? Habladores de Paja?
En todo caso, hubo respuesta. Quizá el rechazo a la dirigencia opositora fue la causa de la poca afluencia. Menos mal que los puntos de concentración fueron pocos, porque la cómica hubiese sido grande.
El consuelo es que la que convocó el comunismo fue el triple peor de asistencia, al punto que el llamado Usurpador, ni siquiera se presentó. Que vergüenza.
Un relato que no nos lo contaron. Fuimos porque era un deber y porque no queríamos que luego nos metieran cobas.
Esta es otra alerta a los políticos. Se les acabó el tiempo de mentir. De ofrecer. Mejor es que venga la transición, porque esto está a punto de reventar.
La frase de hoy: "Nuestra mayor debilidad es rendirnos. La forma más segura de tener éxito, es intentarlo una vez más"( Thomas Edison).
NOTAS :
1) Lo escrito lo hacemos conscientes que algunos hubiesen querido una narración llena de éxitos y no fue así
2) De regreso conversamos con otros asistentes y coincidimos que no se explica que en otros Países, la gente si protesta como debe ser. Se tiene dignidad. No hay tarimas, acción pura!!
2) Esperamos que los estudiantes le den una lección de valentía y amor por Venezuela, a los que se quedaron en sus casas o clubes hablando por celulares para saber cómo transcurría la marcha.
Quieren un cambio político en Venezuela y les cuesta participar un sábado en una marcha por la libertad? Después no se arrepientan, porque lo que viene es peor y sus conciencias no los dejarán en paz.
Este artículo será cambiado pronto.
PÁSALO!!!
17 de noviembre 2019 PM.
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