“Este gobierno no sale con votos”.
Esa es la consigna de aquellos quienes han abogado por la salida de fuerza del régimen. Así salió Isaías Medina Angarita en 1945, Rómulo Gallegos en 1948, Marcos Pérez Jimenez en 1958 y así también intentó salir Chávez del gobierno de CAP aquel funesto 4 de febrero de 1992.
Ciertamente la salida democrática para los cambios de gobierno basada en el voto como expresión de la voluntad popular y contada de una manera transparente ha sido relativamente escasa en nuestra historia republicana. Solo a partir de 1959 y hasta la última elección sin escrutinios automatizados se podría decir que fueron transparentes.
Algunos podrían indicar que hubo elecciones de resultados dudosos en ese período, como el caso de Rafael Caldera y Andres Velásquez en 1993, pero en general todos los participantes en encuentros electorales nunca levantaron el expediente del fraude haciendo dudar del árbitro electoral.
Sin embargo, a partir de 2004, con la instauración de la maquinaria electoral y el cambio de las reglas en relación a los escrutinios, cambiando el sistema de escrutinio manual por una verificación estadística, en Venezuela nunca más se contó con un organismo imparcial en el que todos los venezolanos pusiéramos nuestra confianza. El régimen cambió la ley electoral a su antojo y a su conveniencia y eso más que nada dividió definitivamente a la oposición en nuestro país.
Por un lado están aquellos que creen que con el sistema electoral del CNE (leyes, reglamentos, maquinas y sistema) pueden vencer al régimen. Y por otro lado, estamos aquellos que creemos que si todo el sistema institucional del país está podrido, ¿por qué razón no podría estarlo también el sistema electoral? ¿Simple, no? Y si esa parte de la llamada oposición democrática “lo cree” públicamente a sabiendas de la parcialidad del organismo electoral, entonces la lógica nos indica que están colaborando con el régimen para afianzar su permanencia en el poder.
Ahora bien, dentro de aquellos que NO CREEMOS en el sistema electoral se encuentran personas que no ven otra salida sin la intervención de los militares. Muchos han sido los videos, exposiciones públicas, foros y artículos de opinión donde se exhorta a los militares a “cumplir con la Constitución” y regresar a Venezuela a un régimen de libertades, pero eso aún no ha ocurrido. Y hasta ahora pensaba que era igualmente improbable hasta que una importante figura aliada internacional del régimen sale en su defensa en medio de su descalabro, advirtiéndole de un posible “golpe” de unos “militares de izquierda”. Esa advertencia me llamó poderosamente la atención.
Si algo desmontó el Galáctico antes de morirse fue a las Fuerzas Armadas tal y como las conocíamos hasta el 2002. Hasta ahora siempre hemos pensado con el mapa mental equivocado, que unas Fuerzas Armadas “leales” a la democracia se alzarían para su reinstauración, cuando de hecho eso en el fondo no existe. Existe una sola Fuerza Armada que será leal al régimen hasta cuando se alce, en función al balance de poder que allí exista.
Es por eso que el ex Presidente José Mujica en unas recientes declaraciones teme que ese balance se desplace hacia unos “militares de izquierda” (ver entrevista a José Mujica por el País TV en http://youtu.be/j6eIo7Qe9G4) y con eso la “defensa democrática se va al carajo”. En otras palabras, el poder vaya a unos militares que de acuerdo a su criterio cometerían “un gravísimo error que se salieran de la Constitución”. Tal vez el ex Presidente desconoce-ingenuo yo quizás- que ya estamos de largo fuera de la Constitución, y en las manos de su aliado que nos desgobierna, no por ella, sino por un Plan de la Patria inconstitucional.
Cuando uno oye a alguien de la experiencia política del ex Presidente Mujica decir de una manera maniquea que hay dos ramas de la oposición en Venezuela (ver los primeros dos minutos y medio de la segunda parte de la entrevista a Mujica de El Observador TV en http://youtu.be/wvCSrEYs8K8), una “democrática” (Capriles-MUD) y otra “golpista” (López, Ledezma y María Corina) y que hay “libertad de prensa” porque la prensa “dice cualquier cosa”, y que las condiciones en las que arrestaron al Alcalde Mayor no las sabe-“yo que sé”-, entonces uno se empieza a preguntar ¿será que de esos “militares de izquierda” surgirá la solución de la tragedia venezolana? No dicho por mí, sino por uno de los más conspicuos amigos del régimen del Ilegitimo.
Lo lamentable de todo esto es que todavía hay a esos niveles quienes como Mujica le dicen al mundo (tal vez no porque en realidad lo piensen), que en Venezuela hay democracia y que para cambiar el gobierno “legítimamente electo” debe utilizarse el voto. Pero para nosotros que nos calamos esta dictadura, la lógica nos indica que eso no es posible. No hasta tanto no existan las condiciones electorales suficientes y nos contemos de una manera pacífica. Lo que podemos hacer mientras tanto los ciudadanos es resistir civilmente, insistiendo en las calles por un proceso que nos reunifique para reconstruir el país poniendo como condición indispensable que el voto para hacerlo sea transparente.
Nuestra propuesta es la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente (http:// proyectopaisviaconstituyente. blogspot.com/) como mecanismo de reencuentro real pero requiere que los votos sean contados de una manera tal que todos los venezolanos tengamos el convencimiento que el proceso fue limpio y transparente. ¿Pero cómo lograr un voto transparente? ¿Cómo lograr que un régimen de esta naturaleza se cuente?
Nadie puede negarnos la democracia. Ese es el estandarte del mundo civilizado. Si el Poder Originario del pueblo venezolano no se impone ahora debido a la fuerza de unos poderes constituidos corruptos, a la larga se terminará imponiendo en la misma medida que ese pueblo entienda quien es el verdadero dueño de la soberanía.
El régimen solo responde cuando la gente está en las calles oponiéndose, por encima de esa oposición “democrática” del ex Presidente Mujica, quien reconoce que una situación como la nuestra debe tener una salida de carácter constitucional y que el trabajará para que eso ocurra, porque “es lo que más nos convendría a todos”. Espero que cuando llamemos a esa Constituyente lo haga. Su palabra vaya adelante…
Caracas, 10 de Marzo de 2015
Twitter:@laguana
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