La esposa, la madre, la mujer venezolana en este capítulo del terror representada por Mitzi Capriles de Ledezma, esposa del demócrata, es víctima de los miedos del tirano |
Todos los
dictadores tratan de guardar algunas apariencias. Pérez Jiménez se hacía llamar
presidente constitucional, a pesar de que era un presidente de facto
impuesto por un Consejo Electoral servil. Su régimen evitaba que
trascendieran a la opinión pública, nacional e internacional, los
asesinatos, torturas y encarcelamiento de sus opositores en ergástulas
inhumanas. Su labor se facilitaba por el terror que inspiraba a los
medios de comunicación y a los ciudadanos en general.
Maduro también es
presidente de facto. Al igual que el difunto, desde Miraflores ha impartido
instrucciones para que sus paramilitares y la Guardia Nacional arrojen
¨gas del bueno¨ y, más grave aún, para que controlen las manifestaciones usando
armas de guerra. Numerosos venezolanos han sido asesinados en nuestras calles
y hay denuncias muy fundamentadas de torturas en el Sebin . En las
cárceles hay medio centenar de presos políticos, que van desde alcaldes
hasta generales, abogados, gerentes de empresas, efectivos
policiales y estudiantes.
Para desgracia de
Maduro, hoy los ciudadanos no tenemos miedo y las redes sociales suplen
el silencio de la mayoría de los medios de comunicación comprados por el
régimen. Además, internacionalmente existe una gran sensibilidad por el tema de
los derechos humanos. Escudarse en que se han realizado muchas elecciones,
aunque no hayan sido transparentes, ya no es una excusa válida para
autocalificarse de demócrata. La opinión generalizada
es que el régimen viola constantemente la Constitución, que en Venezuela no
existe la división de Poderes y que hay presos políticos.
Lo señalado
anteriormente no es una novedad. Lo que hoy llama la atención es la arremetida
descarada en contra de empresarios y de dirigentes políticos como Leopoldo López,
Antonio Ledezma, María Corina Machado y Julio Borges, así como la agresividad
contra los gobiernos de España, Colombia y contra varios expresidentes de
países hermanos. Nadie cree lo del fulano enésimo intento de golpe con el
que intentan justificar la represión.
¿Qué buscan
Maduro, Diosdado, Padrino López y otros rojos?
Según muchos, ya el golpe lo dio este trío junto con un grupo de
militares. Desde hace ya algún tiempo son los militares quienes marcan el
ritmo. Los civiles que los acompañan son como la embajadora en Trinidad. Es
decir solo integran una grotesca comparsa de carnaval que pretende seguir
engañando al pueblo.
Ahora, se consumó
un atropello inaceptable contra nuestro Alcalde Mayor Antonio
Ledezma, quien fue golpeado cobardemente por agentes del Sebin. Ledezma merece
el respeto y solidaridad de todos los demócratas. Al momento de escribir este
artículo existía información de más atropellos en la cárcel militar de Ramo
Verde. ¿Piensan decretar formalmente la dictadura? ¿ Quieren intentar
ocultar los graves problemas de desabastecimiento, alto costo de la vida e
inseguridad, todo lo cual incide en que la popularidad de Maduro esté por el
suelo? ¿ Pretenden incitar un enfrentamiento entre civiles? ¿Habrá
algún átomo de dignidad entre los integrantes de los Poderes Públicos y entre
los militares? Nadie quiere la violencia que está promoviendo el régimen. La
paz y recuperación del país solo se logrará con la renuncia de Maduro y la
integración de un gobierno de transición con participación de oficialistas de
buena fe. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
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