Hay deportistas de fantasía, y deportes de fantasía. Miguel Cabrera es fantástico, y hay quienes practican el basquet de fantasía como los Harlem Globe Trotters, pero los venezolanos tenemos un presidente de fantasía porque lo que habla, lejos de la realidad se nutre de pura fantasía.
Reapareció el presidente,
menos gordo, pelo pintado y lleno de fantasías hablando de Independencia en los momentos que somos más dependientes de
naciones extranjeras de lo que jamás en nuestra historia hemos sido, y
señoreándose con una imaginada Soberanía cuando es por todos conocidos que bailamos al son que nos toquen allende
nuestras fronteras.
Chávez, el Banco Central que él ha construido a su imagen y
semejanza, como ser supremo de este galimatías de país admite que el 33% de las
mercancías en oferta son importadas. ¿Soberanía?
En su reaparición, eufórico
Chávez le dice a quien le escucha que instruirá a los brasileños cómo producir
alimentos. Así se lo ordena a Jaua, pero no sabe el presidente que Brasil
exporta más de 60 mil millones de dólares en alimentos, y que las exportaciones
venezolanas en rubros agrícolas escasamente llegan a 30 milloncitos de dólares,
Ni siquiera al millardito que él solicitaba "por amor de dios" en una
época con más humildad.
Mientras la producción de
alimentos en Venezuela desciende de mes a mes, bajó en julio 6,7% y entre enero
y julio la oferta de alimentos descendió 8,6%, pero la soberanía alimentaria de
los países que nos suministran comida para nuestra mesa subió una vez más. Se congestionan los
puertos con los barcos que esperan llenos con maíz para las hallacas, , azúcar
que dejamos de producir desde que los centrales azucareros están en manos de
cubanos , y soya de la que dice Hugo Chávez le vamos a instruir a los brasileños cómo se debe
producir.
Es tan "grande" la
soberanía del venezolano que ni café tendrá para su mesa, café venezolano me
refiero, porque la cosecha ha sido muy pobre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario