EL BLOG DE EZEQUIEL Y si no voto, ¿qué?

Y si no voto, ¿qué? ¿Acaso llegará hasta a mi puerta una maltrecha dama llamada Realidad? ¿Acaso su mirada desesperanzada cruzará la mía, impávida y conformista? ¿Acaso su devenir cambiará por mi falta de interés? Ya esa señora me es ajena, simplemente no me interesa.
Y si no voto, ¿qué? ¿Será que algún niño de mirada inocente me reclamará silenciosamente mi valentía en ser cobarde, mi cobardía en ser valiente? ¿Será que ese niño podrá sacarme en cara algún día que yo – habiendo podido mas no querido – no hice lo que él hubiera querido mas no podía? Se quedará su pelota sin jugar, su futuro sin porvenir, sus anhelos por descubrir.
Y si no voto, ¿qué? ¿Cambiará acaso la persona que se para frente a mí cuando me miro al espejo? ¿Aceptará que su reflejo se desvanezca en favor de la pasividad, de la inercia dejando que su existencia la determinen otros? Probablemente no, probablemente al día siguiente me lo encuentre imitando burlescamente mi nueva existencia en manos ajenas.
Y si no voto, ¿qué? ¿Acaso no irán otros a votar? ¿Acaso no serán otras las voces que se expresen acallando la sordina de mi laringe? ¿Acaso me creo tan importante que sin mi voto se dejará de elegir? Habrá otros que hablen, habrá otros que digan y decidan si ni siquiera un murmuro me atrevo a emitir.
Y si no voto, ¿qué? ¿Terminarán acaso las injusticias, el ventajismo, el atropello? ¿Habrá chance de una pelea más ecuánime, con menor desventaja si no voto, si me abstengo? ¿Es que acaso a alguien le importará levantarle la mano a un candidato escogido por pocos votos y muchos silencios?