VÍCTOR JOSÉ LÓPEZ
La carrera de Lance Armstrong como ciclista, es la épica de
los calapiés. La historia más homérica del deporte universal. Siete veces
ganador del Tour, y vencedor del Cáncer ...¡Ni Aquiles!
Hoy, ese dios olímpico que merecía que Alberto Salcedo Ramos
le escribiera su Odisea. Ya Armstrong no tiene el título de Campeón. Ahora es
el más despreciable de los villanos. Fue descubrirlo un acontecimiento
terrible, ocurrió como imaginamos debió ocurrir cuando se expulsó a Luzbel del
Paraíso. Fue echado de donde era el heptacampeón del Tour de Francia, para ser arrastrado contra el pavimento que tantas veces devoró
montado en su bicicleta, mordiendo el polvo y metido en los más oscuros
confines por la deshonra del dopaje.
Todos, en su momento, nosotros mismos aplaudimos sus
hazañas. Los triunfos gloriosos,
que nuestro héroe había aderezadlo superando un cáncer de testículo. Ejemplo de
valor, constancia, disciplina, no cabe duda; y, como si fuera poco, Lance Armstrong
se manifestó generoso con la humanidad, con los hombres, mujeres y niños que
padecen la terrible enfermedad del cáncer
al montar una fundación y así poder ayudar a otros enfermos.
Hoy, pocos
quieren saber de este samaritano porque Lance Armstrong es un tramposo y al ser
descubierto tiene que pagar por sus trampas.
No hay que olvidar que bajo los protocolos antidopaje de la
UCI, jamás se le encontró un positivo a Armstrong.
Y más grave aún, los testimonios que terminaron sustentando
su decisión también incluyen los que aseguran que la UCI tapó dos positivos de
Armstrong, en 1999 y 2001, después de recibir dos primas, de 90 mil y 170 mil
dólares, para la fundación de la propia UCI en su lucha contra el dopaje.
Corrupción al más alto nivel de la dirigencia deportiva: la
UCI compró voluntades y ha cometido delitos tan graves como los del propio penalista.
La dirigencia de la UCI debe renunciar, ¡Es cómplice!
Lance Armstrong, la podredumbre dentro de la dirigencia de
la UCI, todo nos dice que el la alta dirigencia deportiva hay mafias que se
enquistaron desde hace tiempo.¿Quién controla a las multinacionales del dopaje
y sus ejércitos de mercaderes que viajan por todo el mundo con sus maletas
llenas de desprestigio? Se parece a lo sucedido con lo ocurrido en la Major
League Baseball (MLB) con los esteroides, o lo sucedido con las ligas europeas
de fútbol y los juegos arreglados en el Calcio italiano.
Ha sido la corrupción del sistema lo que permitió que Lance Armstrong
No sólo la UCI, sino la Agencia Antidopaje de Estados Unidos
(Usada), han desconocido los títulos obtenidos por Armstrong, pero deberían
hacer lo mismo con quienes, como él, se doparon para engañar a sus rivales y a
los aficionados.
Tyler Hamilton, gregario del ciclista estadounidense y
principal testigo contra Armstrong, dijo en su más reciente libro "Carrera
Secreta ", que las carreras "eran entre iguales, porque todos
consumían sustancias prohibidas para buscar ganar".
Armstrong pudo derrotar el cáncer en su testículo, pero dejó
que el del dopaje hiciera metástasis hacia el resto de sus compañeros y se
extendiera como maldición hacia otros equipos ciclísticos. Ha caído un ídolo,
el deporte pierde otra batalla contra la indecencia y el engaño.
El siete veces
campeón del Tour de Francia, Lance Armstrong, ha caído como deportista
en el abismo de la indecencia del dopaje, ese cáncer que hizo metástasis
en él, en sus compañeros y en otros equipos.
EL COLOMBIANO | Publicado el 24 de octubre de 2012
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