Blog de Víctor José López /Periodista

lunes, 19 de marzo de 2012

MARLENE CASTILLO, Olla de Grillos

Crecer actoralmente en Colombia


No sé si ese refrán cuadra en lo que hoy vamos a cocinar en esta Olla, pero en cierta forma parece apropiado viendo cómo actrices nacionales, que en nuestro patio han tenido poco o escaso lucimiento, al salir al exterior destellan luces que hablan de su valía como estrellas de intachable calibre. Un ejemplo reciente es el de Norkis Batista, quien luego de un triste desempeño en el rol de Victoria Guanipa en “La Trepadora”, libérrima adaptación televisiva de la novela de Rómulo Gallegos, recibió las más severas y unánimes críticas. Tiempo después se fue a Colombia y, para asombro de muchos, se reveló como una primera actriz en “Flor Salvaje”, seriado que transmite Televen. En su interpretación de Sara, la madama del burdel “Las cuatro P”, ha puesto de manifiesto una pericia histriónica que nunca antes le vimos en las producciones nacionales. Reconocemos que, si bien no se puede decir que su desempeño fue gris, tampoco lo realizado aquí era como para tirar cohetes. Siempre el título de miss prevaleció sobre el de exponente del arte histriónico. La transformación se dio cuando, al llegar a Colombia, colgó la banda de reina de belleza y se enfundó en el traje de primera actriz. Nuestro aplauso y reconocimiento para ella.
Ahora vemos a Marianela González, que encabeza el seriado “La traicionera” (RCN Colombia) y comparte con un elenco integrado por Víctor Mallarino, Juan Manuel Mendoza, Ana Lucía Domínguez y José Narváez, así como con las primeras Vicky Hernández y Kristina Lilley. La venezolana personifica a Renata Medina, quien utiliza su belleza para llevar a cabo una venganza por el suicidio de su madre. Para ello, enamora a Eduardo Sanunt (Mallarino), el hombre que presuntamente llevó a la mamá de aquella a quitarse la vida. Marianella sorprende al asumir eficazmente su rol, que amerita de mucha fuerza interpretativa, cambios de personalidad y la presencia de silencios y gestos que son más elocuentes que un elaborado texto. De Marianella González tenemos muchas referencias en nuestra TV. Arrancó en una miniserie, “La calle de mis sueños”, luego la vimos en roles de relevancia en “Mi gorda bella”, “Estrambótica Anastasia”, “Ser bonita no basta” y “Camaleona”, hasta que le tocó estrenarse como protagonista en “Por todo lo alto”. Su último rol en Venezuela fue en “Nadie me dirá como quererte”. Como se aprecia, se trata de un abultado currículum aunque con ninguno de esos trabajos -que no se pueden calificar de malos- tampoco pasó gran cosa. El gris sería la tonalidad justa para describir su paso por la televisión venezolana.
Pero por aquello de que “todos sabemos dónde nacemos, pero no dónde hacemos camino”, Marianela decidió irse a Colombia, asesorada por Maricela Marulanda, mánager de muchos talentos del vecino país, y así logra un pequeño rol en “Los caballeros la prefieren brutas”, con tan buena fortuna que la llaman para estelarizar “La traicionera”, donde sorprende al despuntar como una Actriz, así, en mayúscula. Qué pasa, nos preguntamos al ver esos casos ¿Oscuras en la casa y brillantes en el exterior? La explicación es sencilla: cuando hay un buen libro, recursos de producción, un director que cuida al talento que tiene en sus manos, locaciones adecuadas, donde no hay trabas ni de presupuesto ni mucho menos limitaciones en la adecuada e inteligente exposición de temas, por muy escabrosos que puedan resultar; en suma, donde hay recursos y libertad de acción, pero también profesionalismo, los aplausos del público son inevitables. Podría decirse, sin ánimo de ofender lo nuestro, que Norkis y Marianella son dos criollas que nacieron aquí pero que descubrieron el oficio de actriz en Colombia ¡Tapada la olla!

Marlene Castillo marlencas28@hotmail.es @marlenecastillo

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