Blog de Víctor José López /Periodista

domingo, 27 de noviembre de 2011

MANOLO HERNÁNDEZ DOUEN Beisbol por Gotas

Luis Salazar disfruta de un Día de Gracias bien especial





Manolo Hernández Douen
www.beisbolporgotas.com




El Día de Acción de Gracias suele ser un momento extraordinario a nivel familiar.
Por razones obvias, lo fue mucho más para el ex jugador de Grandes Ligas Luis Salazar.
Rodeado por su esposa Graciela y sus hijos Carlos y Viviana, Salazar disfrutó de un día especialmente agradable, ocho meses después de casi perder la vida por aquel terrible lineazo recibido en un juego de la pretemporada de las Grandes Ligas.
“Tenemos mucho que agradecer”, dijo Salazar desde su hogar en Boca Ratón, Florida. “Lo más importante es que salimos adelante. Ya todo eso quedó en el pasado’’.
A pocas horas de sentarse a la mesa con sus seres queridos, Salazar acentuó que se siente bien satisfecho de que sigue recibiendo bendiciones a granel.
Una de ellas es que seguirá al frente de los Hillcats de Lynchburg, sucursal Clase “A’’-fuerte de los Bravos de Atlanta en la Liga de Carolina, para la justa que arrancará el 6 de abril.
“Me siento feliz y contento con toda la gente de Lynchburg’’, manifestó Salazar, quien jugó en las Grandes Ligas por 14 años con los Padres de San Diego, Cachorros y Medias Blancas de Chicago y Tigres de Detroit. “Tendremos la oportunidad de trabajar con alrededor de 13 de los mejores prospectos de la organización de los Bravos’’.
El alto mando de la novena del estado de Virginia espera con los brazos abiertos a Salazar, quien ha sido piloto o instructor tanto en los Estados Unidos como en Venezuela desde que se retiró como pelotero a comienzos de los años 90.
“Luis y su grupo de instructores hicieron que fuera mucho mejor nuestra transición [a la organización de los Bravos]’’, afirmó el gerente de esa novena, Paul Sunwell, en el portal de los Hillcats. “Trabajó muy bien tanto con el equipo como con la oficina principal [de los Bravos]. Nos sentimos bien felices de que volverá”.
Por otra parte, Salazar se siente beneficiado desde el punto de vista físico, ya que gracias a los avances de la ciencia cuenta con una prótesis mucho más sofisticada en su ojo izquierdo.
“Me pusieran una nueva prótesis el mes pasado’’, comentó Salazar en su conversación para los lectores de Béisbol por Gotas. “Se mueve como el ojo derecho. En enero me operarán para darle mayor solidez a los músculos [extraoculares]. Será [la intervención quirúrgica] como de hora y media’’.
De hecho, la gloria de la pelota venezolana le envió a nuestro hogar beisbolero un video en el cual, en efecto, se nota la calidad y movilidad de la prótesis hacia todos los ángulos posibles.

Al otrora versátil pelotero le esperan también varios momentos bien emocionantes en su querida Venezuela, hacia donde viajará a comienzos de diciembre.
“Me van a dedicar el Juego de las Estrellas”, expresó Salazar, refiriéndose al clásico de mediados de la temporada en su patria, a celebrarse el 13 de diciembre y protagonizado por las estrellas de la República Dominicana y Venezuela.
Un par de días más tarde se producirá el retiro del número 3 con el que a través de tantos años se identificó como una de las personalidades más queridas de la historia de los Tiburones de La Guaira, antes de un juego frente a los Leones del Caracas, archirrival capitalino de los escualos.
“Me van a condecorar con la Orden al Buen Ciudadano de la Alcaldía Metropolitana”, informó Salazar, sobre uno de los importantes actos que le esperan en la capital venezolana.
Posteriormente, se quedará para su exaltación al Salón de la Fama del Béisbol Venezolano junto a Oswaldo Guillén, Wilson Alvarez y Roberto Muñoz, acto que se celebraría en enero.
Por lo pronto, disfruta de un regalo bien especial, como lo es el libro dedicado a su nombre llamado “El hombre con voluntad de hierro’’, que consta de 55 páginas caracterizadas por una impresionante colección de barajitas de todos los niveles en los que ha participado el popular venezolano de 55 años de edad, desde sus días como novato hasta su actual ocupación como dirigente de Lynchburg.
“Allí aparecen barajitas mías que ni yo mismo sabía que existían’’, reveló Salazar, que bautizará el libro el 30 de noviembre (El Arepazo 1, 10191 NW, 58th Street, en Doral, Florida, a las 5:30 p.m., hora local), en un acto al que están invitadas personalidades de la talla de su famoso paisano Andrés Galarraga; Tany Pérez, integrante del Salón de la Fama; los actuales peloteros de las Ligas Mayores Alex González y Franklin Gutiérrez; y el ex grandeliga cubano y hoy comentarista Octavio “Cookie’’ Rojas, entre otros.
La publicación es obra de Omar Suárez, un aficionado de los Tiburones y gran amigo de Pedro Padrón Panza, quien fuera legendario propietario y gerente general de esa franquicia.
“Tiene la colección de toda mi carrera, desde la Liga de Novatos’’, describió Salazar. Es [Suárez] mi amigo desde hace muchos años. Cuando me visitó al hospital [en la Florida, después del percance que sufriera el ex jugador en el hogar primaveral de los Bravos] me dijo que me iba a sacar un libro. Me he quedado impresionado. Tiene hasta mi primera barajita’’.
Una vez disfrute de esas experiencias bien bonitas entre temporadas, retornará a los Estados Unidos con miras a lo que más le gusta: ponerse un uniforme para brindar su aporte al mundo del diamante.
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
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