Blog de Víctor José López /Periodista

domingo, 27 de noviembre de 2011

DIEGO ARRIA: No tengo plan "B"

Dice que su motivo no es electoral. Que la acusación por asesinato y tortura que presentó en la Haya contra la persona de Hugo Chávez, presidente de Venezuela tampoco persigue sacarlo del poder o conseguir que le devuelvan su hacienda La Carolina, confiscada por el Instituto Nacional de Tierras, donde se apropiaron de todos sus haberes personales, documentos históricos y objetos de colección que no sabe en manos de quién están. "Solo estoy solicitando justicia que les ha sido negada en Venezuela a las víctimas del gobierno de Chávez".




DHAMELIZ DÍAZ| ddiaz@el-carabobeno.com





Diego Arria, ex Presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, maniobra exitosamente. Se reposicionó en el encuentro de los candidatos presidenciales a las primarias de las fuerzas democráticas y no ha dejado de ocupar titulares con esta iniciativa. "Es un beneficio colacteral". Confiesa que durante año y medio se dedicó a armar cuidadosamente el expediente que presentó al fiscal general, Luis Moreno Ocampo, quien lo pasará a la Corte Preliminar. "No me motiva el poder, el dinero, la fama o la ambición personal. Estamos perdiendo el país y me alarma cómo muchos se están adaptando al proceso y cohabitando con el régimen. Creen que esto se resuelve con una simple elección o cambio de equipo de gobierno".

Ha calculado las consecuencias de la denuncia. Incluso la de ser utilizada para exacerbar el nacionalismo bolivariano en el contexto de una campaña electoral.

"Asumí la decisión conociendo perfectamente que vivimos en un régimen militarizado y abusivo. Terminado el trabajo, no podía callarme por ser candidato. Esto no es un hecho político, lo he dejado muy claro ante la Corte".

Con 73 años recién cumplidos, el ex Ministro de Información y Turismo ya ha marcado distancia de los jóvenes candidatos y llamado la atención sobre su propuesta para el cambio. Experto en mercadeo político, ha sintonizado con un sector del país.

-¿Por qué no da paso a los jóvenes?

-Mis críticos me piden que me aparte y le abra paso a la nueva generación política, pero en mis recorridos por el país, los mismos jóvenes me han pedido que no decline mi precandidatura. Están claros que la experiencia sumada a la juventud es la clave del éxito. Y me han convencido que la mejor manera de darles paso es trazar con ellos el rumbo, para luego avanzar con seguridad. Repite y repite en cuanta entrevista le han hecho por estos días, que se asume como el hombre de la transición "No debe durar más de tres años. Es tan duro lo que hay que hacerse y las decisiones que habrá que tomarse, que nadie podrá permanecer por más de este tiempo".

Convertido en uno de los protagonistas de la justa electoral, utiliza el Twitter y Facebook para conquistar adeptos. Por eso, en lugar de llevar autobuses repletos de simpatizantes con pancartas para que lo rodearan a la hora de inscribirse en las primarias, mostró su teléfono inteligente. "Es una gesta popular independiente sin precedentes en el país".

Partidización de la voluntad nacional

"Me preocupa que se partidice la transición. Yo no tengo nada en contra de los partidos pero no vivimos en una normalidad política, por eso me inquieta que se esté repartiendo la voluntad nacional. Negociando en función de los intereses de los partidos políticos. Me parece malísimo que no participen en las primarias Oswaldo Álvarez Paz, Cecilia Sosa, Antonio Ledezma, Eduardo Fernández. Que se haya celebrado el retiro de esas candidaturas. Siento que se ha empobrecido el proceso y desestimulado el debate. Hay tantos problemas y necesidades que ninguno de nosotros es capaz de enfrentar solo el reto que se tiene por delante e incluso, la comprensión de los problemas. Yo tengo la formación y la experiencia, pero tampoco puedo enfrentar solo la delicada situación que se vive en el país.

-¿Cree que puede vencer la polarización que está marcando las primarias?

-Es muy mala idea la polarización que han inducido los partidos, podríamos terminar más divididos. Es como si estuviera el cogollo de un partido en un lado y el otro en el bando contrario. ¿A qué se enfrentan esos intereses? Soy absolutamente independiente. Yo no tengo plan B, no tengo otra opción sino contribuir a rescatar a Venezuela. Hay muchos que tienen otras opciones: ser alcalde de tal o cual municipio, designar a tal o cual gobernador... Eso conspira contra el verdadero interés nacional. El parcelamiento nos debilita, nos reduce e impide llegar más allá.

-¿Es cuesta arriba entonces para la oposición las presidenciales en octubre?

-Es un proceso nada fácil. Aquí hay un ministerio de elecciones que es el Consejo Nacional Electoral, cuyo objetivo principal es que se mantenga el régimen. El CNE no es un árbitro electoral por eso en la Mesa de la Unidad tenemos que comprometernos a defender la voluntad popular. ¡Jamás sería cómplice! Sería un error trágico. Me preocupa la coexistencia con el chavismo "light", no puedo concebirlo. No funciona en sociedades en conflicto. Aquí están prendidas todas las alarmas. Estamos en una sociedad que va en un choque hacia sí misma en el futuro y noto que no se está hablando fuerte sobre lo que está pasando. Un poco como que no hagamos muchas olas. Es el momento de hablarle claro a nuestros compatriotas. ¡Nunca el país había estado en una situación tan difícil y conflictiva en lo económico, político y social. ¡Nunca! Nuestro conflicto no es con Hugo Chávez, él no es un sueño sino la pesadilla de los venezolanos. Nuestro conflicto es que hay aquí más de 60 mil cubanos, l25 mil milicianos, los infiltrados del ELM, las FARC haciendo política, la desestructuración de la Fuerza Armada Venezolana, el tráfico de drogas y tenemos una visión de túnel, enfocándonos sólo en las primarias, que podemos salir de esto como si estuviéramos, al igual que Alicia, en el país de las maravillas. Hay que prestarle atención a las palabras del señor Chávez. ¡Aquí estamos suficientemente advertidos! Nos corresponde prepararnos para enfrentarlo, no para tirarse al suelo y rendirse. Prefiero plantear los problemas del país con franqueza, que con discreción e indiferencia. Durante estos años, la misma oposición se ha incorporado al régimen de Chávez.

¿Por qué?

-¡Claro! Han ido aceptando. Somos como una goma, nos hemos ido estirando, acomodando. Sacamos el 52% de los votos pero tenemos el 40% de los diputados en la Asamblea Nacional. Parece que se reblandeció el liderazgo nacional, perdió la capacidad para movilizar la opinión pública, para protestar en Venezuela y denunciar en cualquier lugar del mundo. Yo diría que se ha perdido el músculo, la fuerza de reacción frente a lo que acontece en el país porque perdió confianza en su liderazgo. Me preocupa que para las presidenciales, en lugar de estar escogiendo entre individuos para las presidenciales, lo hacemos entre los cogollos de los partidos. Eso desnaturaliza a las primarias. En ese fuego cruzado de apoyos presidenciales vs. candidatos a alcaldes y gobernadores, es una verdadera conspiración contra el interés nacional.

-Aun el éxito de su participación en el llamado debate de los candidatos presidenciales a las primarias ¿Tiene posibilidades reales de ganar la contienda de la Mesa de la Unidad?

-Lo dije durante la inscripción en las primarias: el 95% de los venezolanos no pertenece a partidos políticos. En esta contienda todos partimos igual. Aquí no hay candidato pequeño, porque no hay ninguno grande. Urge un candidato con un perfil distinto, fuerte, que vea al país de forma diferente y exprese cómo puede hacerlo y con quiénes. Eso no ha pasado todavía, ¿verdad? Yo no entré a esta contienda para negociar con nadie, sino para ayudar a rescatar a mi país. Jamás declinaría por nada que no sea el bienestar de los venezolanos. Me incorporé a las primarias al darme cuenta que la cosa está tan complicada, que ninguno de los otros candidatos tiene la experiencia para enfrentar la complejidad de los problemas que vienen por delante. Es la realidad, sin ánimo de ofender. No es lo mismo gobernar un estado o un municipio, que el escenario internacional en el cual estamos implicados. Si hubiese percibido que había otro candidato mejor que yo, no me hubiese animado a participar. Me he dado cuenta también, que como independiente, puedo hablar con quien quiera sin pedirle permiso a nadie, sino a mi país. Esta condición me hace diferente. Es posible que no gane, pero es imposible que todo el esfuerzo que hagamos se pierda. Todo lo que hacemos es en función de propiciar que el país avance. No hay esfuerzo que haga que pueda perderse. A todos nos toca reinventar al país con sus instituciones. Para nada soy anti partido, pero hay momentos de momentos. No es tiempo para estar jugando y celebrando que estamos en una fiesta electoral, cuando todos los días el Gobierno nos amenaza, nos quita espacios de libertad, nos conculca los derechos...

-¿Con un nuevo Gobierno estaremos atados a todos los acuerdos internacionales que han condenado a las nuevas generación con una pesada deuda? ¿Se pueden revisar esas negociaciones bilaterales? Interroga preocupada Carolina González, jefa de Redacción

-Hay casos de casos. La mayoría de todos esos convenios son írritos, espurios como lo llaman ellos, los que se tienen con Libia, Irán, Cuba. Hay otros que son más complicados como el de China, país que es un imperio. Habrá que negociar con ellos las condiciones de pago de la deuda. He dicho que Cuba es el principal adversario político, y los compañeros en la contienda de la primarias, me reprochan que hay que tener solidaridad con un régimen responsable de la persecución de venezolanos a través de sus mecanismos de inteligencia y se han apropiado de nuestro patrimonio. Yo los desmontaría todos. Hace unos cuatro años conversé con el canciller chino que fue compañero en mis tiempos en la ONU y le advertía que esos convenios no habían sido aprobados por el parlamento nacional así como los que se han implementado a través del Alba, Petrocaribe... Hay que designar una comisión de negociación...

Ataques encubiertos

"A veces me preocupan más los ataques que se originan en los sectores de la oposición que los que surgen de los sectores gubernamentales porque no sé por dónde vienen los primeros. La unidad no se decreta, es o no, un sentimiento nacional, por eso tú tienes que tener transparencia u oportunidad, la cual no se gana negociando cargos de poder...

-¿Podría la población que aspira a un cambio, desencantarse de las primarias, restándole entusiasmo y participación al percibir los acuerdos y negociaciones de los partidos para respaldar a los candidatos?

-Se subestima al venezolano creyendo que se chupa el dedo. La unidad no puede ser de partidos, sino del país. He propuesto que se incorpore gente de peso, rectores, la academia, líderes sindicales, pero ha habido cierta resistencia a lidiar con los pares de la sociedad, lo cual estimo medular para darle fortaleza y credibilidad a la unidad.

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