ChimiraSOS

Reportes de la Embajada de Estados Unidos, revelados por Wikileaks, se refieren, entre otras vagabunderías, a la queja de Fadi Kabboul, ex directivo de Pdvsa, sobre el presunto malestar de ChAtila el VerdHUGO por las discrepancias que reportan las estadísticas de importación de petróleo por parte de China y las de despacho de la empresa venezolana. En dos platos, los chinos se estarían beneficiando de las compras “al enviar el crudo al mercado de terceros países y obtener un amplio margen entre el precio que pagan a Venezuela y el que reciben en el mercado abierto por el mismo envío”. Una nota de Veneconomía señala que (según Kaboul) Pdvsa había vendido petróleo con descuento de $20 por barril a la estatal petrolera China, CNPC; sin embargo, El Nacional aduce que, según notas difundidas por Wikileaks, la venta había sido a 5 dólares por barril y los chinos se habrían ganado 1.399% por la reventa de cada barril, ya que su precio promedio en 2010 era de 71,97 dólares. Cualquiera que haya sido el monto, deja al descubierto los chimbos negocios y marramuncias del régimen rojo rojito y que dejan a los venezolanos amarillos de
la arrechera…
Qué será lo que pretende Pedevesa
cuando le da petróleo a otras naciones
que, con triangulación, hacen millones
mientras acá morimos en pobreza.
Hay que estar tocado en la cabeza
para no meter preso a tanto pillo,
ChAtila usa la hoz con el martillo
para siquitrillar al que se opone…
¡y actuando cual moderno Al Capone
protege sólo a rojos y amarillos!

Los graves problemas del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) se los venían achacando a la sequía, El Niño, el Guri, la oposición, la CIA, una iguana y a una larga lista de presuntos culpables, que incluyó finalmente a los “inconscientes usuarios”. Ahora resulta que la más grande crisis que ha sufrido el país en las últimas décadas, se debe a que micomandante El Yo-Yo se descuidó y no la atendió a tiempo. Sin ningún asomo de vergüenza admitió “… nos descuidamos. Yo acepto que nos descuidamos en este tema”, también admitió que al inicio de su ya larguísima “gestión” de trece años no invirtió ni medio para mantener el sistema. Señaló que el problema los desbordó, se los comió pues; pero, lo más arrecho de estas declaraciones de mea culpa es que, reemplaza al in-Fausto Alí Rodríguez en el ministerio por su hermano Argenis, quien viene de ser empleado de mantenimiento en el Teatro Teresa Carreño, o sea que reemplaza las velas por la oscurana.
Culpables nombró a montón
por el rollo de la luz,
hizo como el avestruz
y ahora admite su pelón.
Al SEN, en su vil gestión,
ni medio le había invertido
y pretende Esteban Dido
cobrar sin pasar por go
¡sabiendo que la cag...
dice: fue un simple descuido!

La semana pasada, Francisco Chirinos, el conocido periodista del Diario La Costa, reportó la detención del Defensor del Pueblo del Estado Falcón por parte de elementos de Contra Inteligencia Militar, por el presunto delito de extorsión a un ciudadano. El funcionario, que luego de declarar en el Cicpc fue encanado en Polifalcón, habría exigido el pago de 500 millones de los viejos para resolverle el caso a un comerciante, que ni corto ni perezoso, denunció el hecho. La presa se convirtió en cazador: con autorización de las comisiones que le hacían seguimiento, grabó lo ocurrido en un desayuno en el que los comensales acordaron que uno entregaría al otro, en horas del mediodía, los 500 mil bolívares exigidos. Cuando el funcionario acudió a buscar el dinero fue sorprendido por la comisión de la DIM. Hay que recordar que el Alcalde de Coro está preso desde hace cierto tiempo y el Comandante de Polifalcón estuvo detenido; por tal razón, los falconianos, ante la “calidad” de sus funcionarios y que dicen: “Y ahora… ¿quién podrá defendernos?... ¡No. El Chavecín Colorado no! ¡No me defienda compadre!!!
No queda sino al cielo pegar gritos
estamos en completa indefensión,
si no te deja limpio una extorsión
de un choro de color rojo rojito,
te dejan los malandros sin realitos.
Por eso, aunque viviendo esté en el ladre
y por la situación mentando madres,
se encuentra el falconiano de lo peor,
exclama con vehemencia: ¡Por favor,
le ruego… ¡no me defienda, compadre!