miércoles, 6 de abril de 2011
CHIMIRASOS
Esteban Dido no se cansa de mentir y, una vez más, da muestras de su cinismo al afirmar que su régimen no ha cerrado medios de comunicación, que “todo es mentira”, porque en Venezuela hay “plena libertad de crítica”, de pensamiento y de expresión. Esta declaración fue en Argentina con motivo del reconocimiento que le otorgó la Universidad Nacional de La Plata (que después de esta raya pasarán a llamarla “de La Plasta”). Lo cierto es que, como lo afirma el diario “La Nación” de Buenos Aires, el galardón destinado a premiar la excelencia periodística que la fulana universidad entregó a Hugo Chávez “constituye otra pesada burla al periodismo y a la ciudadanía, que conciben esa tarea como el incansable ejercicio de informar con independencia y veracidad. Para que no quedaran dudas de la burla, se impidió la cobertura del acto a los canales de televisión argentinos, con la excepción del canal estatal. (…) Hugo Chávez no sólo no es un defensor del periodismo independiente, sino su acérrimo enemigo”. La Nación recuerda con detalles los cierres de RCTV y de 32 emisoras de radio, así como el acoso a Globovisión y las denuncias del CNP y del SNTPV ante la Comisión de Derechos Humanos de la OEA, de 113 agresiones a periodistas durante 2010.
Sigue Esteban tratando de esconder
la verdad y, con total cinismo,
afirma que en su chimbo socialismo
cerrar medios no es de su proceder,
pues no lo ha hecho, ni lo volverá a hacer,
mientras compra premios con “su pasta”.
A los pibes se les salió la casta
y por premiar al pichón de dictador
tendrán ahora que calarse el mal olor
que impregna al Alma Mater de “La Plasta”.
Hace pocos días, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos recibió a un grupo de juristas venezolanos que acudió a este organismo a denunciar que la Ley Habilitante no constituye un acto constitucional, sino un verdadero golpe de estado contra las instituciones y la voluntad del pueblo demostrada en la votación del 26 de septiembre de 2010. Mientras ellos demostraron el perverso uso de los poderes del Estado para desconocer la democracia e implantar un paquete de leyes inconstitucionales con el único fin de imponer un socialismo radical que no acepta el 80% de los venezolanos, Carlos Escarrá, en representación del gobierno, se esforzó por desmentir y descalificar a los denunciantes y remató diciendo: “… es nuestro proyecto de país y lo sostendremos sin declinar un milímetro”. O sea, que ellos hacen lo que les da la gana, sin importarles un pepino lo que piense la mayoría.
Un grupo de juristas de las manos
denunciaron ante la Comisión
que aquí se ha perpetrado violación
de todos los derechos ciudadanos.
Rechazamos los modelos pro-cubanos
y aquellos procederos incorrectos;
si no quieren declinar de su proyecto
que lo implanten en tierra bien lejana:
en África, en Rusia o en La Habana…
y si no… ¡que se lo metan por el recto!
¡Ahora si nos van a terminar de joder! Es a juro que ChAtila El VerdHugo quiere convertir nuestro país en un cuartel. ¡Carajo! Todo aquel ciudadano mayor de edad, con uso de razón, que quiera ser militar pues que se aliste voluntariamente y punto; pero esa vaina de querer militarizar la sociedad venezolana, pasando por incorporar la instrucción militar en todos los niveles de la educación, no lo podemos permitir. Tal como lo señala Antonio Ecarri, presidente de la Fundación Arturo Uslar Pietri, al solicitar la derogación del Plan Integral de Educación Militar publicado en la Gaceta Oficial 39641 del 25 de marzo: “Las autoridades militares no pueden tener competencia en la educación civil, que va desde la educación inicial hasta la universitaria”, subrayando que el país no puede concebirse como un cuartel militar, ni los niños ni jóvenes pueden ser considerados milicianos. Por su parte, Rocío San Miguel (Control Ciudadano) comentó; “Los tiros apuntan a los cerebros de los más jóvenes. Se trata de un cuadro de cubanización, al estilo de los comités de defensa de la revolución”; mientras que Leonardo Carvajal (Asamblea de Educación) considera que la incursión de militares en la educación civil sólo se da en las sociedades totalitarias, al estilo de la Alemania nazi.
¡Venezuela no es cuartel,
déjate de esa manía!
grita la ciudadanía
al ahijado de Fidel.
Quieres una copia fiel
del gran fracaso cubano,
pero se te fue la mano:
¡No queremos bota vil
en la educación civil,
ni muchachos milicianos!
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