Tony Godsick, el manager personal del suizo, es el verdadero transformador de la imagen de Roger
Marcelo Gantman
"Recuerda lo que dijo no sé quién: En Italia, en 30 años de dominación de los Borgia, hubo guerras matanzas, asesinatos... Pero también Miguel Ángel, Leonardo y El Renacimiento. En Suiza, por el contrario, tuvieron 500 años de amor, democracia y paz. ¿Y cuál fue el resultado? ¡El reloj cucú!" (Orson Welles, en su personaje del film El Tercer Hombre)
Rafael Nadal tuvo en su tío Toni a un verdadero apuntalador de su carrera. Su historia como tenista se fusiona con la existencia de su simpático pariente, mentor y formador del número uno del mundo. Roger Federer, tan distinto a Rafa Nadal, completa el juego de contrastes con su rival con su propio Tony. Se trata de Tony Godsick, su manager personal y verdadero transformador de la imagen de RF desde que el suizo firmó con la compañía IMG en 2005. Godsick, vicepresidente de la poderosa agencia, fue el que se encargó de diseñar la estrategia para que Federer primero penetrara en el mercado norteamericano y luego se convirtiera en ícono global del deporte. Tony Godsick hace algunas semanas alteró la calma suiza al asegurar que el éxito comercial de Roger Federer se debe a su pasaporte. Godsick le contó a varios medios en el pasado Abierto de Australia que el hecho de ser suizo le permite a Roger Federer transmitir valores que son propios de su país. Ni los mismos suizos se lo creen.
El portal de noticias Swiss Info, perteneciente al sistema público medios, publicó un informe donde procura contrastar esta idea expuesta por Godsick. Roger Federer, según estima el sitio, tiene una fortuna que alcanza casi los 305 millones de dólares y se encuentra entre los 300 personajes más acaudalados de Suiza. Esa es sin dudas debe ser una tierra próspera como para que Federer pueda estar 300 en cualquier ranking que se elabore. Actualmente Roger Federer tiene 10 patrocinantes globales y locales , entre los que se destacan Credite Suisse, Lindt, Gillette, Nike y Wilson. Tony Godsick cree que buena parte de ese suceso comercial está vinculada a la procedencia de Roger Federer. Y así se lo dijo a Le Temps, un diario de Ginebra:
"Roger es un icono mundial y estamos tratando de ampliar su marca en el ámbito internacional. Hemos constatado que lo que le hace tan atractivo para todas las grandes empresas es el hecho de que sea suizo. Suiza es un país pequeño que se asocia con las nociones de lealtad, de lujo, la precisión y la perfección. Así, en Francia, Asia, Estados Unidos o en otros lugares es acogido como si estuviera en casa. Como si la neutralidad de su país lo convirtiera en un ciudadano del mundo".
El argumento no tardó en encontrar oposición. Fabien Ohl, un sociólogo estudioso del deporte de la Universidad de Lausana, no se mostró muy convencido por la teoría del "efecto suizo" Según su perspectiva resulta muy frecuente atribuirle a un personaje del deporte cualidades estereotipadas de un país y resumir el suceso en esas costumbres tan arraigadas que no terminan de ser otra cosa que un lugar común. "En el extranjero la nacionalidad de Federer no tiene demasiada importancia. Las estrellas globalizadas no están tan relacionadas a un país. En todo caso, Roger Federer, está más relacionado a valores más cercanos a su propia conducta. En lugares como China, India, Pakistán y Japón se lo verá más como un ejemplo de éxito del hombre occidental y no especialmente de alguien que nació en Suiza...", declaró Ohl a Swiss Info.
Roger Federer tiene en Tony Godsick al hombre que transformó su imagen de manera definitiva. Su acuerdo con IMG fue en 2005, pero recién luego de un par de años bajo el paraguas de la agencia precursora del marketing deportivo, los grandes acuerdos comerciales comenzaron a generar sus frutos. Federer no fue solamente la imagen de otras empresas, sino que empezó a ser él su propia marca. Godsick hizo que la influencia de Federer alcanzara todo el planeta. Fortaleció su relación con Nike y le puso delante de sus ojos y su esposa Mirka Vavrinec el contrato más grande de indumentaria que haya conseguido un tenista: firmó por diez años por 13 millones de dólares por temporada. La cifra no es oficial pero nadie la desmiente.
Ese vínculo derivó en que luego pudiera generar su marca personal (RF) y que consiguiera generar sus productos identificados con ese logo. El crecimiento de Roger Federer como ícono global fue acompañado por un leve pero permanente corrimiento del tenis. Federer es un tenista exquisito, ganador, número uno y destructor de récords. Pero también exhibe una personalidad definida que lo sitúa fuera de la cancha relajado y confiado, como en la producción publicitaria que difundió esta semana la ATP .
Otro empujón que recibió RF, para convertirse en una plataforma global de negocios, tuvo que ver con su derrota en Wimbledon 2008. Luego de una batalla histórica contra Rafa Nadal, que comenzó a las dos de la tarde y terminó a las 9.16 de la noche a causa de las interrupciones por lluvia, Roger Federer vio como Nadal se quedaba con el título que había ganado cinco veces consecutivas. Tras esa caída, Federer empezó a perder terreno y chispa en su lucha con Rafa Nadal que derivó con el español como nuevo número uno del mundo. Fredy Collioud, un consultor de marketing que trabajó para Martina Hingis, analizaba por esos días el escenario ventajoso que podía aprovechar el suizo: "Ya todos hemos visto al Federer talentoso y ganador. Al número uno. Ahora tiene la oportunidad de mostrarse como un luchador que puede recuperar lo que fue suyo. Esa faceta es la que podríamos llegar a descubrir...".
Tony Godsick, esposo de la comentarista y ex jugadora Mary Jo Fernández, terminó de moldear al personaje. Desde 2005 su participación en la vida pública de Roger Federer fue determinante. Es su manager personal pero también su vocero. Coordina con Mirka Vavrinec, de evidente influencia, cada paso que da Federer en la esfera comercial.
El escenario que vino, luego de aquella predicción tras Wimbledon 08, fue el de un Roger Federer que siguió ganando títulos de Grand Slam. Que fue padre de mellizas y que mostró un perfil novedoso en su vida. Roger Federer puede que no sea codiciado por su imagen simplemente por ser suizo. Tan cierto como que Suiza ya produjo cosas más interesantes que el reloj cucú. Federer tiene a su propio Tony. Un "tío" de aquellos.
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