VÍCTOR JOSÉ LÓPEZ
En un alto de la celebración del Hallacazo del CPD tuvimos la fortuna de conversar con Rufo John, sobre un tema que a todos nos atañe y a él le cautiva: el deporte profesional. Rufo vie “el ratón de la euforia” luego que su Táchira conquistara el Torneo Apertura en un día de final que ya envidiaría para si cualquiera de las naciones desarrolladas. Además de los temas obligados, Jorge Luis Pinto, Rouga, los importados, el Táchira la conversación se decanbtó hacia el Caracas.
No es que el Rojo sea asunto de Rufo John, pero es que un equipo tan importante como los avileños, que de la noche a la mañana defenestre a sus “históricos”, tiene que llamarle la atención hasta al más indiferente.
Todo surgió al momento de comunicarle al directivo del Táchira lo que escuchamos en horas de la tarde en el programa de Daniel Chapela, lo dicho por José Manuel Rey que estaría dispuesto a vestir los colores aurinegros del Deportivo.
Todo comenzó, comentó Rufo, con el movimiento de la primera pieza en el tablero del ajedrez del equipo Caracas : la salida de Chita Sanvicente.
Años antes, cuando el doctor Guillermo Valentiner hizo la negociación de Ronald Vargas con el Brujas de Bélgica, entró a la caja del Rojo un montón de verdes. Eso, aquella experiencia de la positiva negociación de un jugador con un equipo extranjero, quedó en el ambiente. Hubo más tarde un acercamiento, negado pero comprobado, entre César Farías y Phillip Valentiner, y hoy, de repente, se habren huecos que hay que llenar con el valioso material de la cantera del Caracas, Han quedado en libertad, para negociar con otros equipos, José Manuel Rey, Luis "El Pájaro" Vera, Heatklif Castillo y el argentino Darío Figueroa.
¿Qué hay detrás de estos movimientos de piezas pesadas en el Caracas?
No cabe duda, la argentinización de las negociaciones. Es decir, exponer en la vitrina de la Libertadores y de la Vinotinto a los jóvenes valores nacionales para venderlos luego a equipos de Sur América y Europa y robustecer en estos tiemos de crisis las arcas del Rojo del Ávila.
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