La respuesta la dan oficiales de alto rango, capitostes del chavismo. No convencen a nadie y, más bien, son objeto de burla, motivo de chascarrillos y reafirmación de la supina ignorancia que pretenden ocultar.
En sus vanas respuestas involucran cachicamos, iguanas, ratones, lluvias, aguas descargadas en Guri y otras mentiras, como la más reciente imaginada por el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez que asegura que los apagones se deben a la “madre naturaleza”, los atribuye con aires de profesor universitario "a bajos niveles de agua en embalses del país".
En diciembre, por ejemplo, dijo que “una vara de bambú se usó para sabotear electricidad”.
Jamás aceptan a las denuncias, análisis observaciones y recomendaciones de los auténticos profesionales universitarios.
Mucho menos tienen el coraje de denunciar lo que saben, a los desleales negocios hechos con Cuba, con la adquisición a precios exorbitantes de plantas y de transformadores que estaban fuera de servicio en la Isla de los Castro.
Pero nadie se explica cómo si desde 2013 están militarizadas todas las subestaciones eléctricas del país, el régimen no ha sabido detener los supuestos sabotajes. La verdad es que el Ejecutivo solo se ha valido de excusas y mentiras para ocultar la negligencia y el “canibalismo eléctrico” que hay en el país.
Víctor Poleo, ex viceministro de Energía y Minas entre los años 1999 y 2001 reveló a través del portal chavista Aporrea que “la destrucción del sistema eléctrico venezolano se hizo adrede”.
El ingeniero Miguel Lara coincide, y asegura que “lo que sucede con el sistema eléctrico venezolano es con conocimiento de causa”.
Nadie en el régimen se atreve denunciar la corrupción que ha provocado semejante caos, delito que tiene que ver con mantenimiento de equipos. Tampoco del por qué el deterioro del sistema eléctrico, tan destruido al extremo que hoy genera en el país mucho menos energía eléctrica de lo que se producía hace 20 años. Los años del chavismo conduciendo la nación.
Estos voceros de la gesta oficial pretenden justificar el permanente y evidente fracaso del régimen. No son capaces de denunciar lo evidente: que los equipos tienen millones de horas de atrasos, que cada máquina tiene hasta dos años en los que no se les hace mantenimiento y que no hay recursos económicos y tampoco personal capacitado.
El chavismo en Venezuela logró convertir el sistema eléctrico s en uno de los más subdesarrollados y abandonados del mundo. Mientras el régimen de Maduro anuncia que financiará proyectos de energía solar en islas del Caribe, con propósitos de votos de apoyo allende nuestras fronteras.
Hoy en el país enfrentamos decenas de apagones diariamente, dejando, al menos, a seis estados simultáneamente sin fluido eléctrico.
Sin embargo la noticia de la razón y motivos del desastre nos llega desde fuera, cuando nos enteramos que Nervis Villalobos, hombre de confianza de Hugo Chávez, que fue colocado en el Ministerio de Energía Eléctrica del régimen ha sido detenido por la Brigada Central de Investigación de Blanqueo de Capitales y Anticorrupción de la Policía Nacional de España como integrante de una organización criminal dedicada al blanqueo de capitales procedente de la corrupción en Venezuela.
Este Nervis Villalobos que ya estuvo detenido en la cárcel de Soto del Real hasta el pasado 14 de septiembre, por la recepción de siete millones de dólares remitidos desde Miami, ha vuelto a ser apresado en una operación d blanqueo de dinero.
Siete millones, de otros muchos miles de millones que fueron desviados desde hace más de 15 años en Venezuela por un régimen que prefirió lavar dólares a efectuar las inversiones necesarias en el sistema de generación termoeléctrica. Hoy las plantas están trabajando a un 10 % o 20 % de sus capacidades. Por esta razón, desde Caracas hasta estados en el interior del país sufren de apagones diarios y simultáneamente, a tal punto, que el principal aeropuerto del país ha quedado paralizado.Esa es la respuesta, nada que ver con iguanas y cachicamos acusados por los interlocutores de la mafia que gobierna la nación.
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