No es un ejercicio democratico ni de participación ciudadana, la convocatoria a votar en el sainete del 20mayo 2018, convocado por una tal ANC, que no es otra cosa que la congregación de la crema y nata de los delincuentes que usurpan el poder, en Venezuela, contra el querer y el sentir de las mayorías nacionales.
Venezuela no estaba, no estuvo nunca, como ahora, como hoy estamos, bajo la dirección de una horda gesticulante, mendicante, amenazante, orante, blasfemante, gimiente, demente, que es apenas en sus trances y convulsiones, la mueca obscena de la condición humana.
EN consecuencia no debemos votar; no vamos al festín de Baltasar; pero, no podemos, tampoco, quedarnos inmóviles, simplemente diciendo lo que no haremos.
Necesario es actuar, es hacer, es gritar, es decir, es invitar, es solicitar cooperación para alcanzar la libertad, pues estamos secuestrados, y solos no lo podremos lograr.
Libertad y razón son necesarias pero no suficientes.
Necesaria la fuerza para imponer la razón, para que la razón deje de ser utopía y para que la fuerza deje de ser barbarie.
¿Qué hacer? Como no podemos marchar, porque la barbarie nos mata, entonces debemos expresarnos con lo único que nos han dejado y, lo único que tenemos es el silencio; el ruido estruendoso del silencio; el silencio del dolor; el silencio que se expresa como un tremendo grito; el silencio de los hombres y mujeres que se visten de negro que andan de negro, y, que colocan una bandera negra al frente de su casa, en señal del dolor.
No más mentiras no más engaños, no más falsarios de la razón.
No más expresiones de redención de los humildes, para poder robar, para poder enriquecerse y ser oligarca privilegiado de la revolución mientras los demás sufren, son esclavos de los nuevos oligarcas y mueren de abandono y desnutrición; es decir, para corroborar a los humildes.
No más comunistas, traidores de los humildes, explotadores del dolor para, en su nombre, levantarse sobre los creyentes humillados, sobre la ignorancia ingenua acorralada, subyugada, ofendida, maltratada y obligada a respaldar la acción de sus verdugos.
Mateo Sánchez 07may2018
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