La falta de conclusiones en la plenaria de la VIII Cumbre de las Américas en Lima, reafirma que la salida a la tragedia de la situación venezolana es una salida que sólo responde a la voluntad y actitud de los venezolanos.
En Lima no se incluyeron conclusiones escritas sobre la tragedia venezolana, aunque en Lima las naciones hermanas centraron su atención en Venezuela.
Argentina y Chile llamaron a desconocer los resultados de las próximas presidenciales venezolanas, lo que fortalece lo que podría ocurrir este martes 17 de abril en el Capitolio de Caracas en la plenaria de la Asamblea Nacional.
Desde hace mucho tiempo destacados venezolanos, conscientes de lo que significaría la injerencia o intervención extranjera, pregonan con fundamentos constitucionales que solo los venezolanos somos los que podemos, debemos y tenemos la obligación de enfrentar la tragedia que nos pulveriza como Estado y cuyo epicentro es la tiranía enquistada en el Poder Ejecutivo con asiento en Miraflores.
Poderes legales en el Estado venezolano son el Poder Público, es decir la Fiscalía General de la Nación; el Poder Judicial, que tiene su máxima representación en el Tribunal Supremo de Justicia en el exilio; no el disparate que construyeron entre gallos y media noche los capitostes militares de la nación y la Asamblea Nacional. Asamblea electa y único poder que representa de acuerdo a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela la voluntad de la nación venezolana expresada en elecciones libres y soberanas.
Este martes, 17 de abril de 2018, la Asamblea Nacional está en el deber, tiene la obligación de expresarse y de allanar con los votos de una mayoría simple, votos de por lo menos 84 diputados de los 112 diputados de oposición, que los venezolanos elegimos, creándose un puente político, constitucional, para allanar al presidente teniendo el inobjetable apoyo de la comunidad internacional.
Si no se logra, si no se allana la investidura presidencia de Nicolás Maduro, si Maduro continúa como plenipotenciario del comunismo caribeño usted, amable lector, puede estar seguro que antes de fin de año el precio del dólar superará los 80 millones de Bolívares, la nación seguirá el ejemplo “que Caracas está dando” al inventar monedas de trueque, como ha inventado a Alcaldesa de Libertador, siguiendo al pie de la letra el catecismo de la destrucción del ideario de Hugo Chávez.
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