Blog de Víctor José López /Periodista

martes, 10 de abril de 2018

HENRI FALCÓN : ¿...? Eddie A. Ramírez S.

      

Muchos opositores a este  régimen totalitario  desconfían de rojos  arrepentidos por aquello de que “picado de culebra, bejuco le para el pelo”. Eso es injusto, pero el denominado “síndrome Arias Cárdenas” es  un  fardo pesado de llevar por cualquiera que haya brincado hacia el lado de la democracia.  La desfachatez con que engatusó a muchos  este teniente coronel (r)  dejó una estela lamentable. Sin embargo, ese no es el principal escollo que debe sortear Henri Falcón.    


No me adhiero a quienes piensan que Falcón es otro desvergonzado como Arias. Por principio hay que creer en la buena fe y  no poner etiquetas sin  pruebas.  Si aceptamos que actúa con  buena intención, la interrogante  es qué lo motiva a participar en una elección que cualquier sandio percibe que no tiene ninguna posibilidad de ganar. La única razón pareciera ser que desea proyectar su imagen para estar mejor posicionado para una futura contienda. 


¿Cuál sería la decisión acertada de un político joven que tiene aspiraciones legítimas para el futuro? Debe considerar que la narcodictadura terminó de despojarse del manto democrático cuando el CNE avaló la espuria Constituyente y cuando el general Zavarce, el ministro Villegas y la alcaldesa Erika Farías se abrazaron  con un delincuente como Valentín Santana, así como el descaro de Delcy Rodríguez, presidenta de la  Constituyente,  de declarar que no entregarán el poder. Las condiciones electorales son hoy peores que en los procesos anteriores, como expuso  el diputado Marquina, quien también señaló que el candidato Falcón denunció  el ventajismo oficial y los atropellos en la elección  de gobernadores, pero extrañamente después reconoció su derrota en buena lid, así como  la inconsistencia de Claudio quien renunció por falta de condiciones, pero inmediatamente  apoyó  a Falcón.  


Los países democráticos  no avalan  esta elección,  no habrá observadores imparciales y tampoco vendrá la ONU,  como solicitaba  Falcón como requisito para participar. Se percibe que la  abstención será  numerosa y él  no tiene maquinaria para defender sus votos. Además,  debe entender que muchos de quienes lo apoyan  son políticos desgastados y sin credibilidad.  Por otra parte,  cuando la oposición ha logrado ganar, venciendo miles de obstáculos, la han amarrado. Le quitaron competencias a la Asamblea Nacional, alcaldías y gobernaciones, además de inhabilitar a dirigentes. 


La  jugada que pudiera estar en la mente de Falcón no lo beneficiará.  Por el contrario, lo hundirá políticamente.  Saldrá  derrotado el 20 de mayo. Quienes voten por él se sentirán engañados y será responsable de  favorecer  la aspiración del régimen de haber tenido un contendor para intentar “legitimar” la farsa electoral. Si no se retira dejará en muchos la duda de su honestidad intelectual y será responsabilizado de darle oxígeno a un régimen que está moribundo, pero que necesita un empujoncito.  En otras circunstancias su candidatura sería una más a considerar. Si participa en la convocada por la Constituyente será el “taparrabos de Maduro”, como dijo Felipe González.  


Como (había) en botica: Rocío San Miguel es una demócrata  íntegra. La campaña insidiosa en su contra es injusta.  La encuesta  del Atlantic Council indica que un 78,6% considera  que Pdvsa está en crisis o quebrada y solo un 16,5% que es  exitosa. ¡Bravo por los Magistrados legítimos del TSJ en el exilio! El paramilitar Valentín Santana dejó al “general en jefe” Padrino López como el bobo de la yuca.  Hoy, hace 16 años, los petroleros estábamos concentrados en Chuao,  frente al edificio  de Exploración y Producción. El general Belisario Landis  quería obedecer  la orden de Chávez de atacar esa concentración, a lo cual se opuso el general Rosendo, mientras que el gaznápiro  general Lucas Rincón guardó silencio.  Gastón Parra, presidente de Pdvsa renunció, pero Chávez no la anunció. La marcha del 11 en apoyo a los petroleros fue de tal  magnitud  que era inevitable que se dirigiera pacíficamente a Miraflores a  solicitar la renuncia al presidente. Este no ordenó que la misma fuese detenida en la autopista del Este, sino que permitió que llegara a los alrededores de Miraflores, donde Bernal y sus  paramilitares, con el aval de José Vicente Rangel  entonces ministro de la Defensa, realizaron la repudiable masacre, en la cual también participaron guardias nacionales.  El descarado general Eugenio Gutiérrez declaró posteriormente  “que yo sepa no hubo disparos de la Guardia” y el general Belisario Landis aseveró  que “cuando una marcha cambia de ruta no da tiempo para establecer un adecuado dispositivo de seguridad para proteger a los ciudadanos”, lo cual suena más a complicidad que a ineptitud.  El Libro “Las balas de abril” de Francisco Olivares detalla ese acontecimiento en el que estuve presente con mi esposa Anabelle   en la avenida Baralt y en El Silencio. Ledezma, VelásquezAlfredo Ramos permanecieron  allí hasta el final.  Los tribunales cometieron una gran injusticia al condenar a un grupo de policías  metropolitanos, algunos todavía presos,  que hicieron lo posible por evitar la masacre, al igual que  Iván Simonovis

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados! eddiearamirez@hotmail.com 10/4/18 Noticiero digital, Runrunes,Digaloahidigital 


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