Todas las encuestas de opinión dicen que 80% de la
población votaría contra el gobierno. Todas las encuestas dicen que por el
gobierno escasamente votaría 20%. Sin embargo, los que potencialmente
tendrían 80% deciden no participar en las elecciones.
Todas
las encuestas dicen que 70% de los electores se siente inclinado, en mayor o
menor medida, a participar en las elecciones. En ese 70% están los que están
pasando hambre, los más afectados por la crisis de la inflación, del alto
costo de la vida, de la inseguridad y la crisis del desabastecimiento de
alimentos y de medicinas.
La
abrumadora mayoría de esos compatriotas sienten que a través del voto pueden
derrotar a este gobierno y salir de la crisis.
Sin
embargo, los líderes de la opinión resuelven que la mejor estrategia es la de
no votar.
Por
cierto, ninguno de esos líderes nos dice cuál es la estrategia alterna Es
decir, que vamos a hacer al día siguiente de no votar. ¿Será que vamos a
esperar la invasión de los marinos norteamericanos? ¿Será que nuestros amigos
del grupo de Lima se ocuparán de hacer lo que nuestros líderes se declaran
incapaces de hacer.
En
diciembre de 2015 con este mismo CNE, con la misma presidenta Tibisay Lucena,
con el mismo gobierno de Nicolás Maduro, con las mismas trampas, abusos y
ventajismos, la oposición le dio una paliza descomunal. Ahora proponemos
dejarlos que jueguen solos.
¿Por
qué se decide no ir a las elecciones? Porque no se hizo la tarea que había
que hacer. Lo primero que había que hacer era construir una plataforma de
unidad. Ponerse de acuerdo con un candidato de unidad y con un programa de
unidad.
Elaborar
un programa atractivo que no solo denunciara los errores del gobierno, sino
que presentara con claridad las propuestas que le iban a poner comida en la
mesa a los que están pasando hambre y solución a los problemas que están
haciendo sufrir a los venezolanos.
Nada
de eso se hizo. Por supuesto que el gobierno es tramposo, pero cuando se
tiene una correlación de fuerzas 80 contra 20 por más trampas, prevalece la
mayoría.
Si
no estamos organizados para defender los votos y para atender las mesas de
votación, por supuesto que vamos a perder las elecciones.
La
razón verdadera es que 80% queremos un cambio y no tenemos una conducción
política homogénea, coherente y unida. Muchos proyectos y muchas ambiciones
personales.
Algún
día tendremos que votar y, para ese momento, sigue siendo necesario, una
plataforma de Unidad, un mensaje atractivo, una organización eficiente, una
estrategia inteligente y una disposición para ganar, cobrar y gobernar.
Eduardo Fernández
@EfernandezVE
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viernes, 23 de febrero de 2018
Eduardo Fernández ¡Perplejidad!
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