Víctor José
López
Este domingo 30 de julio de 2017 es un día de competencia.
Dos grandes
bloques, frente a frente.
El Chavismo
fracasado, constructor de una nación de miserables, hará frente a los infatigables de la Oposición
que piden Libertad, Democracia, Libertad de los Presos Políticos, Humanización
de la Situación crítica y ejercer el Derecho a Elegir, Expresarse, Protestar y
Participar.
Los infatigables enfrentan hoy a los
Militares, que han organizado el concierto siguiendo nota a nota la partitura del
terror y de la violenta agresión escrita por los conductores del PSUV: Diosdado, Aristóbulo, Jagua, Escarrá y
Padrino.
El sector
visible de la MUD –integración de libre pensadores – señala a Voluntad Popular,
Primero Justicia, Acción Democrática,
Alianza un Bravo Pueblo y 17 organizaciones además de un pueblo extenso en su
diversidad que ocupa más del 80% del espectro político nacional.
Los
Militares llevan más de 100 días ejerciendo y patrocinando la violencia en las
calles. En las calles de Venezuela, donde está un pueblo joven, de estudiantes,
obreros y trabajadores que, simplemente reclaman el cumplimiento de derechos
constitucionales como el disentir y de protestar públicamente.
Exigencias
que han sido repelidas con criminal violencia.
La
Oposición, repetimos “variopinta” en expresiones ideológicas, como exige sea la
Democracia, ha sido infatigable en su solicitud: 1.- Queremos Elegir: 2.-
Queremos se abran caminos humanitarios para la distribución de alimentos y
medicinas a una nación en gravísima crisis; 3.- Queremos a los presos políticos
en Libertad; 4.- Queremos recobrar el Hilo Democrático y el respeto absoluto de
la voluntad democrática de la nación expresada en la integración de la Asamblea
Nacional.
Hoy la
nación venezolana no ha sido convocada a esta
pantomima de elección bajo sospecha, ya que no habrá supervisión ni
testimonio de la jornada por jueces nacionales calificados o internacionales reconocidos por honestos.
La
inteligencia del castrismo ha organizado la fórmula letal con la que
sentenciarán a la nación con el estratagema sectario que le ha dado resultados
en otras latitudes y que tiene como misión aniquilar instituciones como la
Asamblea, la Fiscalía General, los Partidos de Oposición, la Universidades
Autónomas, la Libre Empresa, la Propiedad Privada con la instauración de un
Estado totalitario, fiel semejanza del Estado cubano.
Amanecerá y
veremos, dice la jerga pública.
No dudo que
deseamos, que tenemos ganas, de un
amanecer iluminado por el sol de la Libertad. Pero, nos preguntamos ¿tendremos
la disposición de luchar por ello?
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