CARTA AL GENERAL
Leopoldo
López Gil
Las
indignantes noticias sobre la represión desatada en contra de los compatriotas
que legítimamente protestan la ruptura del hilo constitucional le conminan a
usted, como Ministro de Defensa y Comandante Estratégico Operacional de la
Fuerza Armada Nacional Bolivariana, a cumplir el juramento que un día hiciera
en la Academia Militar. Ante el oprobio
de un gobierno corrupto, ineficiente, incapaz, impopular y hoy inconstitucional
– tal como lo señalara la Fiscal General de la República Dra. Luisa Ortega Díaz
– tiene una enorme responsabilidad de cara a la historia, a nuestros
conciudadanos y a nuestra República.
Quisiera
recordarle el juramento que el Comandante Hugo Chávez tomó en diciembre de
1982, y el cual serviría como inspiración y base para el movimiento insurgente
del 4F:
“Juro, por el Dios de mis padres, juro por mi
patria, juro por mi honor, que no daré tranquilidad a mi alma ni descanso a mi
brazo hasta no ver rotas las cadenas que oprimen a mi pueblo por voluntad de
los poderosos. ¡Elección popular, tierras y hombres libres, horror a la
oligarquía!”
Nuestro
país requiere una inmediata reconducción, pues se encuentra oprimido por el
yugo de una tiránica oligarquía cleptócrata, mientras nuestros compatriotas
hurgan migajas que comer en los basureros, mueren por falta de medicamentos, o caen abatidos
por el hampa imperante.
Espero
que no tome estas líneas con ligereza, sino como un urgente llamado a repensar
su papel como General en Jefe de la Fuerza Armada Bolivariana, una obligatoria
invitación a reconducir la actuación de sus mandos ante la protesta legítima en
las calles de nuestro país. La vía para un mejor mañana no puede exigir el
cercenamiento de la vida de jóvenes que apenas comienzan su aporte a la patria,
jóvenes idealistas llenos de ilusión y quienes confiaron en el respeto a los
Derechos Humanos en sus manifestaciones de protesta, jóvenes que creyeron en la
advertencia que el Libertador hiciera a los soldados de la patria de jamás
voltear sus armas contra el pueblo.Ha llegado el momento de retomar la
conducción democrática del país por vía pacífica, apegándose al legado de
nuestra historia y restableciendo a la brevedad el respeto a la Constitución
Nacional.
Usted tiene en sus manos las riendas de este
corcel desbocado. Cumpla su papel con la historia, con la patria, y use los
medios que tiene a su disposición para restablecer el orden constitucional. No
sea cómplice de esa oligarquía que le utiliza a usted y a sus mandos para
someter al pueblo violando la
Constitución y sus principios. No
permita que con subterfugios y pantomimas, como el fraudulento llamado a una Asamblea Constituyente, se
perpetúe la opresión de Venezuela. Haga honor a su divisa y no deje que otros
sin su investidura tomen el control de la institución o de sus subalternos.
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