¿QUIENES SON LOS GOLPISTAS?
1°
Expreso mi absoluta solidaridad con los presos políticos existentes en
Venezuela. Secuestrados, detenidos, condenados, acosados y exilados a lo largo
de estas casi dos décadas de dictadura progresiva.
En
este momento y sin olvidar a ninguno de los presos, recuerdo a Leopoldo López y
Antonio Ledezma, entre otros ejemplos de dignidad y consecuencia con la causa de
la Libertad. También a los compañeros del Partido Socialcristiano Copei como
Roberto Enríquez y Eduardo Vethencourt. Acosado el primero, hoy hospedado en la
Embajada de Chile. Preso el segundo en Ramo Verde
2°
Ratifico mi convicción de que el régimen impuesto en Venezuela es el sitio del
planeta tierra con más golpistas por metro cuadrado. La historia reciente lo
confirma.
3°
Las constantes acusaciones de las cabezas del régimen señalando como
“golpistas” a todo aquel se oponga legítimamente a sus pretensiones, son
proyecciones de sí mismos, como diría cualquier psicólogo. Eso significa que
trasladan sus ejecutorias y propósitos hacia otros. Ya están sin caretas.
4°
Soy un demócrata integral con 59 años de lucha activa en la política zuliana y
nacional, tanto en la Universidad como en el Congreso de la República y en la
calle. Nadie me ha conocido como golpista sino, al contrario, como un constante
defensor de la constitucionalidad y de la vida en Libertad y Democracia. Así ha
sido y seguirá siendo hasta el final de mis días.
He
tenido importantes triunfos en ese señalado tiempo. También sonoras y dolorosas
derrotas. Pero unos y otras nunca lograron desviarme de los principios
fundamentales que me animan para continuar hacia adelante sin amiguismos
innecesarios y sin rencores amargantes. Sin pretensiones confieso que he vivido
con dignidad. Al hacer el balance me considero feliz y afortunado. Además del
compromiso con el país, tengo una familia ejemplar cuyo centro son mi esposa,
mis seis hijos y, hasta ahora, trece nietos a quienes he tratado de levantar con el
ejemplo de dignidad que recibí desde niño en un hogar ejemplar y plural políticamente.
5°
Rechazo en términos radicales y absolutos los señalamientos hechos
recientemente por Diosdado Cabello. Afirmaciones irresponsables, pero cobardes
tanto en lo personal como en lo político.
Respeto
profundamente a nuestras fuerzas armadas. He tenido bastante relación con
muchos de sus miembros debido a mis funciones como parlamentario y como
gobernador del Zulia. La mayoría están retirados, otros con funciones de la
línea media hacia abajo. Buena y sana amistad nos une. Creo conocer muchas de
las circunstancias que afectan a la Institución y rechazo la generalización que
algunos hacen con relación a la integridad de la mayoría de sus miembros. No
son marcianos ni viven en júpiter, tampoco en Saturno.
Me
parecen repugnantes las manipulaciones de los cabezas del régimen en escenarios
militares sembrando el odio, la segregación y la violencia para justificar la
violación existente del Estado de Derecho, de la Constitución y de las normas
fundamentales de la Democracia. Soy solidario de la Asamblea Nacional actual,
de sus líderes, del pueblo que la eligió y condeno las descabelladas
actuaciones de un ilegítimo Tribunal Supremo de Justicia. Me atengo a las
declaraciones de la Fiscal General de la República en ese sentido y agradezco
las actuaciones de Luis Almagro, secretario general de la OEA y respaldo las
resoluciones adoptadas hasta ahora por ese Cuerpo.
6°
Afirmo que Diosdado Cabello es un cobarde mentiroso. Me acusa sin pruebas de
ninguna naturaleza de “conspirador” usando y abusando de Venezolana de
Televisión y la irregular existencia de los medios de comunicación
oficialistas. Allá él con sus complejos. Importa destacar que nadie, nunca
jamás, me ha acusado de narcotraficantes, de peculador, de traficante de
influencias ni de tener testaferros para ocultar bienes indebidamente
adquiridos. ¿Puede él decir lo mismo? Ojalá lo clarifique algún día.
Jueves,
7 de abril de 2017
Oswaldo
Álvarez Paz/em
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