El nombre
de Rosario Rosas deriva de la fe de sus padres en Nuestra Señora del Rosario y
el apellido por ser amantes de las rosas, lo que para algunos haría suponer
ser una dócil dama, todo lo contrario, pues es más bien de temple arraigado.
Se maneja con equilibrio, moderación, sobriedad y continencia,
pero en conjunción con fortaleza enérgica y valentía serena para afrontar
dificultades. Quienes le conocen consideran que es analista del arte y ciencia
de gobernar.
Presagia,
para prepararse, que el Presidente Maduro concluirá su mandato, no por hacerlo
bien, sino porque no hay quien lo derroque, por lo menos a través de fórmulas
constitucionales, pacíficas y por tanto de estricto carácter democrático, lo
que en lenguaje político se ha convertido en una especie de metáfora y con la
cual el gobierno pareciera llevar ventajas, o por lo menos, las aprovecha,
pero para posponerlas, acudiendo cuando se ve en algunos aprietos a “la
paralegalidad” que ha creado el TSJ, apoyo castrense y otros “poderes
constituidos”, que se integraron mediante un denominado Poder Ciudadano regalo
de los asambleístas del 99 en aras de una pretendida democracia participativa
cuyo concepto y existencia, en criterio de Rosario, aún se discuten en las
ciencias políticas.
Para
Rosario opciones previas a las elecciones presidenciales del 12/18 son
inciertas, aleatorias y remotas, por lo menos la revocatoria del mandato
presidencial mediante consulta popular, elecciones generales, defenestramiento
por juicio político al Primer Magistrado y nulidad de su designación por doble
nacionalidad. Es más, las 2 últimas ya fueron rechazadas mediante fallos (TSJ)
que el foro repudia, pero de ejecución inmediata, no obstante aplicar una
Carta Magna opuesta a la vigente. El problema de fondo pasa porque el gobierno
está convencido y por ello lucha de que la soberanía popular, enajenada,
amarrada y ligada a la FAN y al TSJ no alcanzará a desposeerlo del poder,
salvo que la Virgen del Rosario haga un milagro a mis progenitores, concluye
la analista, quien en el proceso de preparación para lo que queda hasta el
12/18 y días subsiguientes, muy duros a su juicio, ha decidido identificarse
como RR.
Es con ese
convencimiento que Rosario conversa con sus padres solicitándole recen a
nuestra Señora del Rosario que le ayude, puesto que tiene decidido estimular
la presencia del pueblo en la calle en verdaderas algarabías permanentes en
plazas y otros sitios públicos, demandando el respecto a la Constitución y las
leyes, convencida de que generaría la concurrencia del soldado convertido
también en sujeto activo del reclamo, no para un golpe de estado, ni otra
revolución como la de los últimos 18 años, sino para un nuevo Pacto Social que
una a todos los venezolanos, cualquiera fuese su inclinación política y cuya
elaboración y puesta en vigencia corresponda al propio pueblo. Se trata de
establecer un equilibrio entre las diferentes fuerzas que conforman la
sociedad, con la garantía de la debida esfera para el libre desarrollo de la
personalidad humana. Esto es, de la democracia constitucional. Rosario ha
decidido pues, dejar la teoría y acudir al pragmatismo, convencida de que el
último ha faltado.
Es
partidaria del proceso constituyente para lo cual está legitimado el pueblo
conforme los artículos 347 al 350 de la Constitución, pero está consciente,
por un lado, que es una alternativa para una democracia a la cual no se
le hubiese dañado tanto y por el otro, que hasta esa legitimación del soberano
está supeditada en lo que respecta a su ejercicio a los mismos denominados
“poderes constituidos”, los cuales con excepción de la AN, harían nugatoria la
iniciativa, incluyendo la que han venido trabajando desde hace ya algunos años
un grupo de venezolanos coordinados por Enrique Colmenares y Luis Alfonso
Dávila para concebirla como un proceso originario que dimanaría del propio
pueblo conduciendo a que éste se constituya per sé en asamblea constituyente.
Moción, organización, declaratoria y constitución no pasarían por ninguno de
“los poderes constituidos”. A juicio de Rosario tal vez la AN pueda
convertirse en coadyuvante.
El
Gobierno para Rosario se impone a la fuerza y ella nutre la posibilidad de que
alcance el 12/18, por lo que requiere de sus padres que también le rueguen a
la Virgen que no suban los precios del estiércol del diablo y que para las
elecciones presidenciales haya solo un candidato por las fuerzas democráticas.
Está convencida de que el oficialismo competirá con uno.
A pesar de
su temple Rosario no deja de acercarse algunas veces a la tristeza, la cual le
afecta afortunadamente de manera transitoria, convenciéndose que ha de seguir
combatiendo, por lo que acude al equilibrio,
moderación, sobriedad y continencia para no abandonar su puesto
de combate camino a las elecciones decembrinas del 18. Duda, no obstante, si
con sus planteamientos se le seguirá considerando analista del arte y ciencia
de gobernar.
@LuisBGuerra
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