¿Sabe Carmena que San Isidro tiene un impacto de 60
millones de euros?
En esa capital amiga de los animales
y enemiga de las personas y la libertad que pretende construir Manuela
Carmena, en esa capital donde el Ayuntamiento da espacio a titiriteros
con proclamas al terrorismo, en esa capital donde la alcaldesa dice
que ni un euro para la Tauromaquia y ni media línea en la web de turismo
oficial, resulta que los toros tienen un impacto económico de más
de 60 millones de euros durante la Feria de San Isidro.
Una feria taurina a la que, a modo
dictatorial, impone la censura en la página de Turismo de
Madrid. Tal vez la señora Carmena no sepa que durante ese mes en el que Madrid
se convierte en la capital del toro y el toreo, la Feria taurina por
excelencia tuvo un impacto de 61’8 millones de euros en
la ciudad, según datos recogidos en 2013 por Juan Medina, doctor en
Economía y profesor de la Universidad de Extremadura, en «Tauronomics», un
manual recomendable para el equipo de la alcaldesa, si es que realmente le
importan la economía y el empleo madrileños. Mucho no parece, teniendo en
cuenta que a las personas que programaron los famosos títeres les pagó
23.600 euros, que no es moco de pavo y que ya podían haber invertido
en recoger la basura, en becas o comedores sociales, en un espectáculo
digno para el disfrute de los niños o, siguiendo su línea, en arena limpia para
gatos… Más de 20.000 euros para tan deleznable espectáculo mientras
retiraba los 60.000 de la Escuela Taurina y retiene los 30.000 del premio. El
caso es “fastidiar” sin contemplaciones a los niños: desde sus esperpénticos
Reyes Magos, a los titiriteros o a quitarles la academia donde se preparaban
para una carrera taurina.
Tal vez cuando lidien la mamarrachada
de eliminar las calles por una memoria histórica en la que están
haciendo el ridículo y en la que hasta la Cátedra de la Complutense se ha
tenido que desvincular de tanto sonrojo, tengan un ratito para la lectura de
«Tauronomics».
Por cierto, que en este libro
también se desmiente «la calumnia antitaurina que presenta al
espectáculo taurino como una actividad fuertemente subsidiada». Ejemplo: la
inversión total en materia taurina efectuada en 2013 por la Administración
central (30.000 euros), las Comunidades Autónomas (3,01 millones), las
diputaciones (2,38 millones) y los Ayuntamientos (20,12) fue de 25.537.903
euros, «tan solo un 4 por ciento de los 600 millones que la
propaganda animalista atribuye arbitrariamente a los toros». Según recoge el
profesor Medina con fuentes de los Ministerios de Hacienda y Cultura y
Anoet, esos 25,5 millones representan un 0,9 por ciento del gasto total
en materia cultural (2.830 millones). Pues bien, «solo con la
recaudación derivada del IVA de las entradas y las cotizaciones de los
profesionales taurinos, el Estado obtiene 56 millones, unos
ingresos que duplican los 25,5 que destina al sector». En resumen, la
Tauromaquia presenta un saldo fiscal favorable al Estado de 30,5 millones.
Dentro de cuatro meses Madrid
volverá a ser durante 31 días seguidos la capital del toro y el toreo,
la capital del mayor ecologismo que es el toro de lidia y parte capital de la
economía. Y, si tienen alguna duda, que se lo pregunten a hosteleros,
taxistas, etc.
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