En relación al suministro a otros países, los rojos no consideraron que tendríamos escasez de divisas. Por ello fueron excesivamente generosos no solo en cuanto a las condiciones de financiamiento, sino al convenir la posibilidad del pago en especies y en servicios. En el 2014, se despacharon en condiciones preferenciales 208.000 b/d, de los cuales 89.400 b/d fueron a Cuba a cambio de médicos, entrenadores y suministro de medicinas y 24.600 b/d a Nicaragua que llegó a pagarnos parcialmente con pantalones. Renegociar estos contratos generaría ingreso de divisas para adquirir medicinas y alimentos, en cambio el aumento de la gasolina no soluciona nada y genera aumento del costo de la vida. .
En cuanto a recursos humanos la política roja ha sido utilizar a Pdvsa como fuente de colocación de sus militantes. La fuerza laboral, en Venezuela, pasó de 69.284 trabajadores (40.955 en nómina y 28.329 contratados) en el 2001 a 172.824 en el 2014 (116.806 en nómina y 25.598 contratados que trabajan en actividades petroleras y 30.320 en nómina de actividades no petroleras). Tenemos entendido que en el 2015 aumentó aún más el personal.
Fuimos el segundo país productor y el primer exportador de petróleo. Hoy ocupamos el doceavo lugar entre los productores mundiales y el octavo entre los exportadores. Según cifras suministradas por Pdvsa a la OPEP, al 16 de enero de este año solo producía 2.558.000 b/d, mientras que en el 2001 la Pdvsa meritocrática producía 3.267.000 b/d. Según el régimen ¨somos una potencia petrolera porque tenemos las reservas más grandes del mundo¨. Es cierto que nuestras reservas son cuantiosas, aunque no de la magnitud inflada que reporta Pdvsa, sin embargo el problema es que nuestra producción disminuye aceleradamente y esas reservas pueden quedarse bajo tierra. Algo equivalente a no tenemos comida, medicinas ni repuestos pero ¨tenemos patria¨
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Como (había) en botica: Los demócratas siempre estaremos agradecidos a Oscar Arias, expresidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz. En artículo anterior a la elección del presidente de la Asamblea opiné que era preferible elegir a alguien que no tuviese tanto rechazo entre los simpatizantes del difunto pero que votaron por la MUD o se abstuvieron. Reconozco que me equivoqué. Ramos Allup está haciendo un excelente trabajo. A menos que actúe otra Tibisay, en Bolivia ganó la democracia. Hurra por Quiroga y por todos los bolivianos ¡ No más prisioneros políticos, ni exiliados!
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