Blog de Víctor José López /Periodista

lunes, 21 de diciembre de 2015

OIDO EN LA CHATA Vidas paralelas, Argentina – Venezuela

CREADORES DEL SAINETE HISTÓRICO


Víctor José López
EL VITO

Al escuchar la réplica de Delsy Rodríguez, Canciller de Venezuela, en respuesta al presidente Mauricio Macri, saltó la invisible pero muy tangible presencia de Cristina Fernández de Kirchner en el estilo, la manera de cómo se ataca y se defiende una situación moviendo los peones de la mentira y cruzando el tablero con alfiles que nada tienen que ver con lo que se planteó la polémica en el Mercosur.

Escuchándola a la viuda de Kirchner, recordé el evidente paralelismo que han vivido el kirchnerismo y el chavismo durante más de tres lustros. Tragedia convertida en sainete desde el propio nacimiento de la sociedad de la Casa Rosada y el Palacio de Miraflores, que se prolongó hasta hoy cuando somos testigos de las pompas fúnebres de una era provocada por la terrible e inapelable cicuta del poder del voto.

De haberse retratado los referidos acontecimientos en un relato, como en su día lo hizo Plutarco cuando reunió en sus vidas paralelas los acontecimientos del Imperio Romano, tendríamos la fotografía del eje trágico Buenos Aires – Caracas.

No aquel eje de la vida del automovilismo, de la romántica Mecánica Nacional cuando  estas ciudades marcaban la partida y la llegada de la famosa carrera en la que surgió como el gran ídolo Oscar Galves y de triunfador a Domingo Marimón.

Aquello ocurrió en 1948, ahora, en el Siglo XXI el eje cruzó pampas, montes y selvas hasta servir por cada rincón de nuestras naciones el hambre, el desabastecimiento, la persecución política, la inseguridad, la desarticulación de la independencia y de la autonomía de los poderes públicos hasta convertir en una comedia sostenida por la corrupción devastadora, lo que pretendió, un día, ser una República.

Cada personaje, en cada equipo, tiene su par:

Ernesto Kirchner con Hugo Chávez marcaron la ruta.
Kirchner dejó en el timón a Cristina Fernández y Chávez a Nicolás Maduro.
¡Trágico!
Los argentinos organizan la línea de ataque con “La Morsa” Aníbal Fernández.  Contador público de formación y abogado. Militante peronista, del Partido Justicialista, Jefe de Gabinete, en el que Héctor Timerman, guerrillero montonero y  antimilitarista en su juventud, hombre de origen judío, llega a manejar el Ministerio de Relaciones Exteriores para convertir la Causa de la Amia, el peor acto terrorista en suelo argentino, en un cheque sin fondo para los negocios de hidrocarburos entre Irán y Argentina.
 Logró Timerman, desde la Cancillería, exculpar de oficio, más no de apariencia, a los sospechosos  miembros de la embajada iraní en Buenos Aires que, para el mundo, fueron los autores intelectuales del genocidio.

Paralelos en Venezuela ha sido los eternos Rafael Ramírez y José Vicente, éste que ha ocupado los ministerios de la Defensa y el de Relaciones Exteriores y el otro la inagotable Pdvsa. Con ellos lo pródigo de Diosdado Cabello, un multiuso de incompetencia nacional, que  junto al eterno engañador, el siquiatra Jorge Rodríguez que nació en política pública escondido tras la mentira del equilibrio conquistando el afecto del pueblo elector, creando a Tibisay y la Oblitas con diminutos Frankenstein, hasta convertirse en usurpador de puesto de combates junto a la inefable Jacqueline Farías.
Aquí como allá los vicepresidentes “sui generis”: Amado Boudou y Jorge Arreaza. También los Banqueros, los que inconstitucionalmente ocultan información en Inflación, Desempleo, Producción, todo lo que la Constitución les exige dar cuenta,  como lo son Nelson Merentes en Caracas  y Axel Kiciloff  el ministro marxista de la Economía en Buenos Aires. 

 La pinza impenetrable, como si de un esquema de Helenio Herrera se tratara, se apoyó en Buenos Aires en el diputado Julio de Vido, Arquitecto y en Caracas, en Diosdado Cabello, teniente, golpista fracasado, gobernador derrocado por los votos, presidente de la Asamblea expulsado por el pueblo en elección parlamentaria.
El eje Buenos Aires – Caracas, bien aceitado con grasientos negocios rodó sin inconvenientes a pesar de haber caído en zanjas como Antonini Wilson y sus cómplices Franklin Durán y Carlos Kauffman.

 La salida de Cristina Fernandez de la residencia de Olivos deja inconclusos algunos de los simbióticos proyectos entre De Vido y Cabello, como los negocios de los Pollos, la Carne, las Máquinas Agrícolas y del Arroz  que convirtieron a una de las hijas de Hugo en una de las mujeres más ricas de Sudamérica, la Empresa Cresta Roja, modelo de corrupción en la que Jorge Arreaza se copia para inventar lo del negocio de los Huevos subsidiados.

En lo familiar hay más similitudes. Máximo Kirchner Fernández, tiene su vida paralela con cualquier a de las hijas de Hugo Chávez, Rosa Virginia o María Gabriela.
En lo funcional, en la calle están en Venezuela los Círculos Bolivarianos y en Argentina La Cámpora. Colectivos que fueron degenerando de misiones sociales hasta convertirse en patotas políticas.
Desde el kirchnerismo,  también desde el chavismo, se creó un vínculo de corrupción que ató los productores argentinos con los importadores venezolanos sin que llegara un peso, un bolívar, un centavo de dólar a los pueblos.
La guinda de la torta la ha puesto en la reunión del Mercosur la Canciller Delsy Rodríguez, con su discurso fundado en la mentira,  que la señora Rodríguez  hizo el ridículo al confundir a la Bonafini con la Madre de Calcuta.
Y para finalizar, dejando en la cuneta cientos de ejemplos, uno más: el de lo ocurrido en la Casa presidencial de Olivos en Argentina y La Casona en Caracas. La Casona ha sido invadida, y los invasores que se niegan entregarla son familiares  herederos de Chávez y en Olivos fue la propia Cristina de en una actitud depredadora se llevó desde los bombillos al papel higiénico. Dejó a los nuevos huéspedes presidenciales sin toallas, sin sábanas, sin nada en la nevera. Un  verdadero barbarazo.
Los daños en La Casona no se conocen porque ahí no entra nadie.  




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