Tibisay Lucena y
Sandra Oblitas: ambas están en el CNE de manera ilegal
Sra. Lucena:
En su entrevista
televisiva con José Vicente Rangel usted, tuteándolo como se tutea a los
íntimos amigos, ha respondido a quienes la acusan de ser una ficha del chavismo
y de carecer de la imparcialidad y transparencia necesarias para manejar el
Consejo Nacional Electoral. Su respuesta a estas críticas ha sido:
“Estos ataques,
como tú bien dices, miserables, no los tomo a manera personal, José Vicente….
no me afectan en lo personal, pero veo claramente que hay laboratorios detrás
de eso para poner en minusvalía, para poner en duda al Consejo Nacional
Electoral, un trabajo de más de 10 años, 12, 15 años que tenemos llevando la
excelencia a este Consejo Nacional Electoral, no para beneficio del Consejo si
no para el beneficio de las electoras, de los electores y de la democracia
venezolana en general”. Agrega usted que las críticas “tienen
un denominador común en la descalificación de la mujer, no se descalifica la
institución solamente, también se golpea a la imagen de la mujer”.
Quisiera
comentarle lo siguiente, Sra. Lucena:
1. Puede agregarme a los atacantes “miserables”
que usted menciona. Pienso que el CNE que usted ha dirigido, de manera ilegal y
por ya bastante tiempo, es un organismo poco transparente y vergonzosamente
parcializado
2. Quienes critican su comportamiento en ese
organismo y al organismo como tal no son ni tienen por qué ser expertos en
materia de equipos y programas de computación electorales. Esta especialización
es harto enredada y ustedes se han encargado de hacerla aún más enredada. Sin
embargo, todos sabemos que la automatización del proceso comenzó con grandes
violaciones éticas, con una empresa llamada SMARTMATIC que surgió de la nada,
en la cual el mismo régimen tuvo participación financiera y cuyos directivos
pagaban los viajes, las estadías hoteleras y hasta los masajes del entonces
presidente del organismo, Sr. Jorge Rodríguez
3. Las críticas de la mayoría de los venezolanos
tiene que ver con: (a), la falta de transparencia del Registro Electoral
permanente, el cual nunca ha sido auditado de manera independiente y
profesional; (b), la negativa de ustedes a permitir una observación electoral
independiente, lo cual es segura señal de tretas y maniobras fraudulentas; (c),
la manera indecorosa en la cual ustedes permiten y promueven cambios súbitos de
reglas para perjudicar a la oposición; (d), los cambios de territorios
electorales (gerrymandering) para favorecer al régimen; (e), las triquiñuelas
baratas como la tarjeta del tarjetón que también dice UNIDAD pero que pertenece
al régimen; (f), la inhabilitación arbitraria y ventajista de candidatos de la
oposición; (g), la anormalidad electoral que existe en las fronteras
colombo-venezolana debido a una maniobra obscena (rima con Lucena) del régimen.
Otros críticos
del organismo seguramente podrán añadir señales adicionales de ventajismo y
actividad pro-régimen por parte del organismo que usted preside.
4. Ya hace tiempo que los venezolanos sabemos
que el fraude que ustedes avalan y comparten no se lleva a cabo solo el día del
acto electoral sino que es un proceso que comienza mucho antes, que se ejerce
durante el acto y continúa después del acto. En ese proceso fraudulento están
involucrados el régimen y todos sus poderes; funcionarios del régimen
traicioneros de su misión ciudadana, como el Director de la Universidad de las
Fuerzas Armadas, amenazando abiertamente a esa comunidad con represalias si no
votan y hagan que otros voten o como la gerencia de PDVSA, desde Ramírez hasta
Del Pino, que usa el dinero de la Nación y los activos de la Nación para
obligar a sus empleados a participar a favor del régimen, violando la libertad
de elección.
5. Este proceso viciado y corrupto cuenta con la
aceptación silenciosa y no tan silenciosa del organismo que usted dirige.
6. Insulta usted a las mujeres venezolanas al
decir que las críticas a su gestión son producto de un ataque al género
femenino. Utiliza usted el mismo recurso barato y chantajista de Maduro,
Ramírez y Cabello, cuando dicen que los ataques a sus desmanes son un ataque
contra Venezuela. Las críticas que usted merece no se deben a su condición de
mujer sino a su conducta. Su arrogancia la lleva a mostrar de manera
impúdica su sesgo pro-régimen. Usted va al programa de su amigo JVR, allí donde
solo van las fichas del chavismo. Ni siquiera se cuida usted de las
apariencias.
7. La crítica en su contra, Sra. Lucena,
no tiene que ver con su género. En Venezuela hay mujeres honestas en su
actuación pública y otras que no lo son, así como hay hombres honestos y otros
que no lo son. Atacar la deshonestidad en un hombre o en una mujer no puede ser
tomado como un ataque al género. Yo admiro a María Corina Machado pero no a
Luisa Ortega Díaz. Admiro a Charito Rojas pero no a Iris Varela. Los
venezolanos no somos misóginos, simplemente despreciamos la falta de honestidad
intelectual, así esté presente en una mujer.
Si usted fuera
una persona honesta no estaría en esa posición, a la cual ha llegado de manera
ilegal y en la cual permite que una de las partes obtenga indebidas ventajas y
haga toda clase de marramucias para tratar de ganar elecciones a toda costa.
Como dice su
jefe, ustedes quieren ganar: “Como sea”. Ustedes son tramposos, Sra.
Lucena, y por eso la opinión pública internacional habla abiertamente del
organismo que usted dirige como parcializado y corrupto.
Sinceramente,
Gustavo Coronel
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