Oswaldo Borges en un acto de justicia como Presidente del IND, entrega a Guillermo Arrioja la distinción Periodista Deportivo del Año. |
Víctor José López
EL VITO
“Papelón” ¿Y la columna?
Ese fue el
saludo con el que por años recibí a Oswaldo “Papelón” cuando se acercaba a la
redacción de Meridiano para entregar sus cuartillas y darle rienda suelta a una
sabrosa tertulia deportiva con los periodistas.
Este
miércoles “Papelón” se ha marchado, y
con él se fue un gran deportista, un atleta de altos quilates y un venezolano triunfador
que como dirigente se distinguió por ser atrevido y creativo.
Al enterarnos
de su partida saltaron a nuestra memoria vivencias en recuerdos que, como profesional, vivimos junto al amigo. Su paso por el Voleibol
de Alta Competencia fue y será una
referencia obligada.
Oswaldo
Borges integró aquel grupo que conocimos cuando comenzábamos diversos senderos de
los caminos del periodismo deportivo que nos condujeron a la dicha de amar a
nuestro país por valores tangibles y positivos.
Fueron aquellos hombres que reunidos por su vocación con mucho talento, muchas ganas, pero con pocos
recursos integraron un grupo élite en el historial más exigente del deporte
venezoano: mi admirado Joel Marín, Carlos Ibarra, Rafael Bericiartu, Juan de
Dios Pacheco, el infatigable Alfredo López, los históricos Bobb Lancelot y Lino
Connell. El gran José Joaquín “Papá” Carrillo, Oswaldo “Papelón” Borges, Luis Frederick, Raúl Landaeta, Ostilio
Parra y ,como Director de Orquesta, Juan José Rodríguez.
Estos
nombres que será pecado olvidar le dieron gloria - sin oro, plata o bronce - al
Volibol Nacional cuando en el Mundial de 1960 en Río de Janeiro, la selección
pisó un sitio en el mundo. Ocurrió año antes de la fundación del Diario
Deportivo de Venezuela, y aquella hazaña fue referencia para un gran maestro
del periodismo deportivo como o fue Rafael Ruggieri.
Recojo unas
palabras de “Papelón” unas palabras expresadas
muchos años después, en una reunión en el COV, convocada por su gran amigo
Eduardo Álvarez, presidente del Comité Olímpico. Fue cuando el profesor Borges
dijo, refiriéndose a sus días , “… aquellos,
cuando nos reuníamos en la Casa Sindical para poder practicar. Recuerdo que al
lado había una piscina y la pelota se nos caía a cada rato, y se nos mojaba,
teníamos que esperar secarla y así poder seguir con la practica. Bajo esas
condiciones entrenábamos nosotros y nunca nos quejamos”.
No se
quejaba, pero cuando “Papelón” tuvo
poder de decisión en sus manos participó en la transformación más maravillosa
que haya vivido el deporte nacional con la organización de los Juegos
Deportivos Panamericanos de Caracas. Evento que el actual régimen, sobrado de
dinero, no fue capaz de realizar. Todo se perdió en rencillas internas, en
corruptelas amparadas por la Patente de Corso de los políticos. Un poder que sí
se reflejó en turbios negocios en la construcción de los estadios para la Copa
América, manejos de millones de dólares que hoy
están en la mira de los elementos probatorios de un movimiento de
corrupción financiera que involucra a la FIFA, la CONMEBOL, y la Federación
Venezolana de Fútbol.
Cuando
comenzó Oswaldo Borges, el volibol no se vestía con el oropel que lo haría el Atletismo.
Aquellos héroes de pista y campo, como el inefable Rafa Romero, Héctor Thomas o de mi
muy fraterno John Muñoz, que fueron campeones entre aquellos dioses que como
Asnoldo Devonish, Brígido Iriarte, Horacio Estévez y Cigarrón Landaeta quienes
con todo derecho fueron nuestros héroes deportivos. Lo habían logrado, con duras marcas, mucho
sudor y entrega y sin las herramientas de la globalización.
Aquel trato
con “Papelón” y su esposa La Tocha,
relación de afecto directo y continuado, la comunicación entre el atleta
destacado y el periodista inexperto, creó lazos perdurables en la amistad. Las
tardes en la redacción de Meridiano se
convirtieron en sabrosas, polémicas e ilustrativas tertulias en la que
participábamos con vehemencia junto a Apolinar
Martínez, Humberto Galarza, Guillermo Arrioja, César Quijada, “El Pollo” Sosa
en una tertulia que no bajó la guardia cuando “Papelón” ocupó la máxima investidura del deporte en el
IND, pues Meridiano en la discusión amplia, polémica y productiva, se había
convertido en una extensión de las reuniones del gabinete ejecutivo del
presidente Luis Herrera Campins, del Ministro de la Juventud representando
abiertamente los intereses de la comunidad deportiva venezolana con libertad de
voz y de opinión.
Fueron días
turbulentos, encuentros polémicos con Carlos Sánchez, representante de los
Entrenadores Deportivos. Aquel grupo valioso, de dirigentes que sí tenían
conocimiento en materia deportiva se armó con los lazos del conflicto político
de la época. Más tarde se ataría con indisolubles lazos de amistad. Me refiero
a aquellos días del liderazgo gremial en
el deporte, los días que se condujo la polémica por los senderos abiertos de
tribunas sin impedimentos, en el ejercicio de la más plena de las libertades de
información. Carlos Sánchez, Jesús
Elorza y Nelson “Fosforito” Rodríguez eran tres de los conductores de aquella
polémica situación, junto a Tarzán Herrera, Rosauro Rodríguez la muy activa y
admirada Elbia Ortega, Reinaldo Carvallo y Giorgio Alberti.
¡Qué
diferencia” Era gente del deporte, ahora el deporte está en manos de gente del
gobierno. “Papelón” Borges encontró un deporte
disperso, de confusas situaciones que reunió en los estados y los municipios bajo
la dirección del IND en una política de gerencia deportiva que agrupó a los
docentes del país bajo el mandato, gobierno diríamos del Instituto Nacional del
deporte. Carlos Sánchez, que fallece al inicio de la administración de Luis
Herrera, deja un vacío que ocupa transitoriamente Giorgio Alberti y
sorpresivamente es llenado con mucha fuerza y respaldo por Oswaldo “Papelón” Borges.
Con “Papelón” en la dirección del deporte nacional, y de
gran influencia en las organizaciones panamericanas, surge una piedra en el
zapato con la ODELAC, la Organización Deportiva Panamericana que manejó por
años el mexicano Mario Vázquez Raña.
Borges
falleció a los 79 años de edad luego de estar haber estado hospitalizado en un
centro asistencial de Caracas. Fue presidente del Instituto Nacional de
Deportes , miembro de la junta directiva del Comité Olímpico Venezolano, gloria
del deporte venezolano, integrante de la Selección Nacional de Voleibol, como
jugador y como entrenador por más de 40 años ha sido considerado uno de los
jugadores más destacados entre 1957 y 1971, participando en dos campeonatos
mundiales, cuatro panamericanos y cuatro sudamericanos.
Como
dirigente deportivo. “““Papelón””” Borges presidió desde marzo de 1979 hasta
febrero de 1984 el Instituto Nacional de Deportes (IND). Fue presidente de la
Confederación Sudamericana de Tenis de Mesa y de la Federación Venezolana de la
misma especialidad, cargos que detentó hasta 2011 y presidente de la Unión
Latinoamericana de Tenis de Mesa (ULTM). Vicepresidente del Comité Olímpico
Venezolano (COV) y jefe de Misión de la selección de Venezuela en los Juegos
Centroamericanos y del Caribe efectuados en Veracruz, México, el año pasado.
El Comité Olímpico Venezolano informó que los
restos de Borges serán velados hoy en capilla ardiente en la sede del ente
deportivo en el Paraíso, en Caracas.
@vejotaele
vitolopez.blogspot.com
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